Era sencillo –y
comprensible- imaginar que “Hidden” (Domino/Pias, 10) no podría sonar en concierto con la magia y el halo
de misterio y oscuridad que These New Puritans han conseguido concebir en su
segundo largo en estudio. ¿Le quita eso mérito a sus creadores? Para nada. No
cabe duda de que ellos mismos son conscientes de que tienen que ser muchas las
condiciones necesarias para recrear con acierto su nuevo repertorio. Aun así,
estos cuatro jóvenes británicos fueron capaces de acercarse mucho a lo que
esperábamos de ellos en más de la mitad de su show (“We Want War” o “Attack
Music” sonaron con el cuerpo y la energía necesarios), gracias a la orgía de
percusiones y los graves que George Barnett, Thomas Hein y Sophie
Sleigh-Johnson levantaron a nuestro alrededor. Y ojalá lo hubiesen conseguido cuando arremetieron con la
impresionante “Orion”, esa suerte de letanía abrumadora en la que Jack Barnett
se arrodilló trayéndonos a la cabeza algunas de las escenas más crudas de “Pozos
de ambición”, mientras recitaba aquello
de “My place is where we’ll go”. Tampoco encajaron mal los singles de “Beat
Pyramid”, “Sword Of Truth” o “Elvis”,
aunque quedasen relegados a un segundo plano frente a lo complejo de su
material más reciente. En otro caso quizás les hubiera hablado de decepción, de
concierto a medio gas, pero no será así en esta ocasión. These New Puritans han
tomado tantos riesgos en “Hidden”
que no queda más que ponerse de su lado y pensar en qué demonios deben tener en
la cabeza cuatro veinteañeros como ellos para dibujar algo tan sorprendente y
ambicioso. Y es que si siguen por este camino These New Puritans no se
convertirán en uno de los grupos más populares o vendedores de las Islas
Británicas, pero sí en uno de los más admirables grupos de culto del momento.
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