Había mucha expectación por The Weeknd en España después de innumerables retrasos (lo que hace que la gira sirva de presentación de sus dos últimos discos, "Dawn FM" (2022) y "After Hours" (2020)) pero no hay que olvidar que, más allá de la espera, estamos hablando del artista más escuchado del mundo en Spotify, de un tipo que tiene unos números en las listas estadounidenses de sencillos similares a la de uno de sus héroes, Prince, y casi a la altura de una Beyoncé. Normal que el Cívitas Metropolitano presentase una imagen casi repleta, este tipo ha sido uno de los encargados del espectáculo de la Super Bowl, no es un cualquiera.
Además, más allá de sus espectaculares cifras de éxito (en definitiva, Ed Sheeran también vende millones de discos), estamos hablando de un tipo con mucho talento y una voz espectacular que no pierde absolutamente nada en directo, este martes (un poco irónico, cuando te haces llamar The Weeknd) demostró que es un cantante superdotado y con un repertorio muy interesante de canciones.
Pero vayamos al principio, antes de comenzar el concierto, sonaron 'Shine On You Crazy Diamond' y 'Welcome To The Machine', lo que me hizo preguntarme por sus conexiones con Pink Floyd, que no son tanto musicales como estéticas a la hora de presentar un espectáculo en directo, y es que el montaje que tiene preparado Abel Tesfaye para sus conciertos es realmente espectacular, una ciudad pura jungla de asfalto, basada en el “Metrópolis” de Lang, y una larga pasarela con otros dos puntos de interés, una sección central con una gigantesca escultura inspirada en el trabajo de Hajime Sorayama y un último cuadrilátero presidido por una enorme luna, algo normal si estamos hablando de un hombre que le canta normalmente a la noche y cuyos dos últimos discos se titulan "After Hours" y "Dawn FM".
El juego de luces es también espectacular y todo se termina de cuadrar con cerca de treinta personas que acompañan a Tesfaye durante el concierto. Más que bailar lo que hacen es desfilar por allí como si fueran parte de un culto. Todo es sencillamente espectacular y está pensado al milímetro, pero también tiene un ligero problema al empequeñecer la figura del cantante, al que a veces es difícil distinguir entre el gigantesco espectáculo. Supongo que esto está hecho para contrarrestar el hecho de que The Weeknd puede cantar como su ídolo, Michael Jackson, pero desde luego, no se puede mover igual.
Sin embargo, a pesar de su poca presencia escénica, en la primera hora con una máscara tipo MF Doom (que parecía increíble que no se quitara con el calor que hacía), The Weeknd lo compensa con dos cosas, la primera es la fuerza de su voz, con un falsete realmente espectacular, y la segunda la fuerza de un repertorio bastante potente, aunque no exento de alguna canción menos memorable.
El espectáculo está medido al milímetro y hay poco lugar para la improvisación, así el repertorio es casi el mismo durante gran parte de la gira. Algo normal si tenemos en cuenta que muchas veces The Weeknd junta unas canciones con otras, recortando algunas, logrando que el concierto avance totalmente fluido, escuchando éxito tras éxito, aunque no todos sean igual de perdurables.
El comienzo es para las dos canciones que más éxito han tenido de "Dawn FM", "Take My Breath" y "Sacriffice", una canción con mucha influencia de Jackson, como ese pepinazo funk que es "Can't Feel My Face". En "Take My Breath" se nota que su colaboración con Daft Punk era totalmente buscada y es que esta canción podría haber aparecido en el "Random Access Memories" de los franceses, con su sonido disco retro pero con ese punto Siglo XXI, solo falta Nile Rodgers a la guitarra, pero aquí los músicos son mucho más anónimos, están engullidos en la ciudad y apenas se les ve, a veces el guitarrista tiene pequeños momentos y, a veces, aparece un batería, pero no se les ve claramente, en una de las últimas canciones hay un solo de saxo.
Tras recordar su colaboración con Kanye West, "Hurricane", el ambiente se caldea con la aparición de "The Hills", uno de sus siete números 1 en las listas de Billboard. Lo de caldearse es literal, hay llamaradas y chorros de fuego por todo el escenario. Yo, que estoy en la grada, noto el sopapo de calor, sumados a los cerca de 40 grados que hace, no sé cómo se recibe a pie de pista. Por cierto, hablando de la grada, el sonido no es del todo limpio, pero es mejor que en otras ocasiones que he estado en el Metropilitano, supongo que en la pista se tiene que escuchar bastante bien.
"Starboy" y "Heartless" son altamente coreadas, yo me quedo con "House Of Balloons" y su guiño a Siouxsie, aunque no interpreta su segunda parte. Hay un pequeño parón tras "Faith", el momento que se quita la máscara, y cuando vuelve levanta al público con uno de los mejores momentos del concierto, la interpretación seguida de "After Hours", "Out Of Time" y "I Feel It Coming", la primera es una de las mejor recibidas y el público la corea en alto, la segunda la presenta como su canción favorita de "Dawn FM" y una de sus favoritas de toda su carrera. La alargada sombra de Michael Jackson vuelve a sentirse, el público hace unos bonitos coros que quedan muy bien y Tesfaye está espléndido en la voz, "I Feel It coming" suena como si fuera la continuación natural de la anterior.
Luego llega el tramo de baladas, suenan seguidas "Die for You", "Is There Someone Else?", "I Was Never There", "Wicked Games", "Call Out My Name" (la más coreada) y "The Morning", la mejor del lote. Dos cosas surgen, los temas de "House Of Balloons" siguen siendo los más oscuros y de los más atrayentes de su carrera, y segundo, sus canciones suenan bastante similares.
Entonces llega la traca definitiva del concierto, "Save Your Tears", "Less Than Zero" y "Blinding Lights", ¿las tres mejores canciones de su carrera seguidas? Pues algo así, es increíble que con más de 20 canciones que se han metido entre el Top 20 del Billboard, ninguna de ellas sea "Less Tah Zero", la segunda melodía más eficaz de su carrera, si no contamos ese himno 'synth pop' llamado "Blinding Lights" y que tiene un puesto de honor al lado de "Take On Me" de A-Ha o el "Midnight City" de M83. Si había 45.000 personas en el Metropolitano, aproximadamente unos 35.000 móviles grabaron la totalidad o parte de su interpretación, algo que debería ser materia de estudio.
Pero no es el final del concierto, todavía hay tiempo para presentar su última canción, en la que en la versión estudio colabora Madonna, "Popular", "In Your Eyes" o el "Moth To A Flame" que hizo junto a Swedish House Mafia. Treinta y cuatro canciones en total en poco menos de dos horas, una verdadera exhibición de repertorio y poderío vocal por un tipo que es muy bueno en lo suyo pero algo limitado, quedándose un escalón por debajo de su claro referente, Michael Jackson, y ese sonido ochentero que tan bien ha sabido replicar.
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