La banda de Chicago, que no pisaba la ciudad de A Coruña desde 2016, fue el plato fuerte del 24 aniversario de la sala de conciertos coruñesa. Hablar de la sala Mardi Gras es sinónimo de hablar de música en directo; de uno de los templos por excelencia de la ciudad de A Coruña. No en vano, llevan justamente veinticuatro años siendo el escenario por el cual han pasado nombres muy importantes del panorama, poniendo banda sonora a la noche herculina. Grupos como los propios The Steepwater Band, que pusieron el rock a la noche del aniversario con una actuación en la que hicieron un gran repaso por sus más de veinte años de carrera.
La banda de Chicago –liderada por Jeff Massey– llevaba siete años sin pisar A Coruña, y ese tiempo de ausencia se hizo palpable. Tanto por el público, que abarrotó la sala, como en torno a los propios miembros del grupo, que saltaron al escenario con una actitud que hacía presagiar que estábamos ante una gran noche. Abrieron la noche con “Please The Believer”, y a partir de ahí fueron sonando tanto las canciones más míticas del grupo como temas de su último disco “Re-Turn Of The Weel” (22). Los discursos por parte de Jeff Massey o del resto de la banda fueron prácticamente inexistentes, pero tampoco hizo falta ya que la conexión con el público fue prácticamente instantánea desde los primeros acordes.
Cierto es que los brindis con cerveza entre la gente con Joe Bishop o con el propio Jeff fueron constantes, siendo además esta bebida de una marca local muy bien valorada por el líder de la banda. El público fue entrando cada vez más en calor, al ritmo de temas como “Indiana Line”, “Flood Gates”, “Shift” o “Broken Spirit Blues”, bailando y cantando cada vez más y dejando claro que el rock está más vivo que nunca. No faltaron los bises, con los que The Steepwater Band pusieron fin a más de una hora y media de actuación que no dejó indiferente a nadie y, con la cual demostraron, estar más en forma que nunca.
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