Poco antes de publicar oficialmente en nuestro país "Living With Other People", su anterior y tercer largo, The Robocop Kraus anularon su gira española. El pasado mes volvieron aprovechando que, en junio, verá la luz el cuarto, "They Think They Are The Robocop Kraus" y, aunque no movieron masas, si algo consiguieron crear sus actuaciones fue una conexión con la audiencia por la que muchos otros pagarían. Quizás tuvo mucho que ver que se tratase de cinco alemanes en tierras españolas, ya saben: tapas, sol, chicas guapas, fiesta… Sea lo que fuere, no hubo ninguno de los presentes que, por lo menos en su concierto barcelonés, no lo pasara en grande. Y eso es algo que sorprende aún más si atendemos a que prácticamente se ventilaron su próximo disco de principio a fin, sin que el público hubiese aún tenido la oportunidad de escucharlo. Nosotros, que a veces tenemos algunos privilegios de ese tipo, podemos afirmar sin rubor, que se trata de su disco más completo. Mejor no recordar el descalabro de "Inferno Nihilistique", "Tiger" buscaba un sonido del que se han desligado a fecha de hoy, y "Living With Other People" posiblemente fue su primera obra a destacar. Pero su nuevo largo es, en conjunto, un disco al que prestar atención. El punk ha ahuecado el ala y el sonido retro pop se ha hecho con todo el protagonismo. Quedó claro al escuchar lo frescas y saltarinas que sonaron algunas de sus mejores nuevas canciones (tampoco faltaron "Fake Boys" y "Fashion", por supuesto) como "Small Houses Odd Cars", "All The Good Men" o ese hit single en potencia que es "You Don´t Have To Shout". Eso sí, Thomas Lang -vocalista- es, sobre el escenario, el auténtico motor del grupo, con sus espasmos a lo Ian Curtis y su contagiosa simpatía. La próxima vez, con el doble de público.
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