La joven canaria Cristina Quesada era la elegida por el grupo de Brooklyn para girar por toda la Península en el tour que terminó ayer como 15º (ya 16º) aniversario del álbum homónimo. Acompañada únicamente por el sueco Andreas de Alpaca Sports hizo una demostración de cultura pop con su sonido 100% Elefant Records. Con un guiño a la ciudad, abrió con “Bailar conmigo” (compuesta por Teresa Iturrioz e Ibon Errazkin) y cerró con la poética “ Viaje a los sueños polares” del dúo Family. En medio, hizo propios los recursos de la Casa Azul (“La merienda”), de los primeros Niza ( “Y descubrir que te quiero”), tocó el eurodance (“Why don´t you call me”) e incluso rozó a los Pet Shop Boys (“Love at third sight”). Después interpretaron “Always on my mind” de Alpaca Sports, momento en el cual Andreas cogió la guitarra acústica (que no se consiguió distinguir en la canción) y acompañó a la voz a Cristina. En todo momento Cristina se mostró encantadora y cercana, agradeció en inglés el haber sido elegida por The Pains e incluso cantó en italiano “Per te e per me”. Dejando ya los sonidos pregrabados y esta vez con la guitarra acústica tocaron “Ya no puedo más” y “My favourite boyfriend”. Los recursos y el sonido quedaban un poco justos para llenar la sala, más amoldada a lo que iba a venir después pero no dejó de ser un buen precalentamiento.
The Pains Of Being Pure At Heart salieron al escenario y ofrecieron un concierto sublime en el que tocaron a la perfección su disco entero de debut y unos bises de los primeros años de formación. Recordemos que se crearon en la segunda mitad de los 2000, década en la que el indie dejó de mirar al futuro y saqueó los años 80 sin complejos. TPOBPAH, en vez de actualizar el sonido de The Cure, Talking Heads, Television o Joy Division, pusieron su mirada en el romanticismo de lo pequeño, en los grupos británicos de Sarah Records, el sonido C86, y en melodías de pop naïf combinada con los sentimientos agridulces de la postadolescencia y la experimentación ruidista. Llevaban siempre una estética pop nostálgica muy cuidada, años antes de que el vintage se convirtiera en mezclar estilos a niveles imposibles como se hace en el feísmo actual.
Para este aniversario se ha reformado la plantilla original casi en su totalidad: Kip Berman, líder a la guitarra rítmica y voz, Peggy Wang al teclado, Kurt Feldman a la batería, Christoph Hochheim a la guitarra y Eddy Marshall de The natvral como novedad al bajo. El sonido y la ejecución fueron totalmente impecables, solo nos hubiera encantado transmitir un poco de la alegría del público al cantante Kip Berman, más presencia de Peggy a los coros y cómo no, añadir duración al bolo.
Con el sonido de la pandereta de Feldman abrió “Contender” y el público en modo ahorro de energía de domingo invernal despertó de golpe con la abrumadora distorsión de “Come Saturday”. Siguió la bailarina “Young adult friction” y las primeras filas ya arrancaron a botar. Con “This love is fucking right” se redujo el tempo y le siguió “The tenure itch” con ese arpegio en la intro tan deudor de The field mice y su guitarra en el puente sustituyendo esta vez jangle pop por pura caña. En este momento Berman hizo un receso para dar las gracias a Cristina Quesada y a Elefant Records.
“Staying alive” nos metió en la cresta de la ola y tomamos aire en “Everything with you”. La menos indie “A teenager in love” hizo bailar a las chicas al más puro estilo 60´s y siguió “Hey Paul”, el batería dándolo todo en esta canción muy en la onda de “Anorak city” de aquellos “Another Sunny Day” de Sarah Records pero con una distorsión mucho más contundente acercándose al noise de los Jesus and Mary Chain. La primera parte terminó como el álbum, con “Gentle sons” y Peggy dio las gracias al público por su calurosa acogida, añadiendo que no habían esperado vender tantas entradas (sold out).
Abrieron los bises con “Doing all the things that wouldn´t make your parents proud” de su primer EP, con ese fraseo de guitarra tan adictivo y la batería sonando enorme. Siguieron descartes de aquella época recogidos en el recientemente publicado “Perfect right now: a Slumberland collection”. En concreto, la preciosa “Out of love”, momento tras el cual Berman, melancólicamente dijo “sin vosotros no estaríamos aquí” seguida de la balada “Ramona”. No pudo faltar la arrolladora “Belong” del segundo disco, con el fuzz de las guitarras acercándose al “Cherub rock” de los Smashing Pumpkins y su estribillo invitando al último pogo. Después de dar las gracias “Donostia, Iberia, Basque Country”, cerraron con “The pains of being pure at heart”. Solo nos queda desear que esto no sea solo un aniversario. Vivan los grupos pequeños en salas pequeñas.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.