Invierno cálido

Noche gélida junto a la ría de Bilbao. El viernes, el invierno alcanzó uno de sus picos altos de una de sus olas de frío. A través de la cristalera del Nave 9 se pueden ver a algunos valientes que hacen uso de la terraza del bar, eso sí, sin renunciar a ninguna de las capas de las prendas de abrigo que llevan puestas.

Dentro el clima es bien diferente, y no sólo por el sistema de climatización, si no por un grupo de cinco italianos que se mueven por los sonidos más cálidos del ska primitivo. Ellos son The Magnetics, una formación que regresa a la misma sala de Bilbao en la que tocaron hace menos de un año. De aquella, parte del público salió sorprendido por tal descubrimiento, ahora, en esta segunda vez, sabedores de lo que los italianos son capaces de provocar, repite buena parte de aquel público.

Sin material nuevo publicado, siguen con la gira presentación de su “Cocktails & FaryTales”, un disco compuesto por once canciones, cada una de ellas con nombre de un cocktail famoso. El viernes interpretaron varias de ellas como “Campari”, que sonó al comienzo de la actuación o “Cuba Libre”, que teletransportó a la sala a la isla del Atlántico con sonidos casi de bolero.

Ya desde el comienzo, The Magnetics consiguieron que el frío desapareciera del público, tanto en lo literal como en lo figurado de la palabra. Todos los allí presentes se movieron al son del ska jamaicano del que brotan casi todas sus canciones. A medida que avanzaba el concierto el espacio requerido e imaginariamente delimitado, de cada asistente era mayor. La primera fila rompió su formación algo estática y acabó dispersa y dinámica.

El estilo de The Magnetics pasó por géneros como el pop de “Gin & Tonic”, “Cinderella” o “Johanna” de su disco “Coffe & Sugar” de 2019. El soul tuvo recorrido en “Fix It” y “Candy Man” y el rhythm and blues en dos versiones, una de Tina Turner “Shake a Tail” y otra de Solomon Burke “Cry to Me”.

Los italianos aprovecharon bien su tiempo y conversaron lo justo para no romper el clima dinámico y fiestero que generaron. Esto jugó a su favor y la conexión con su público fué total. Medio tema (de los dos que interpretó) le bastó al teclista para meterse al público en el bolsillo. Su carisma y, su voz y sus juegos de conversaciones enfundadas en estrofas, le convirtieron en el showman de la velada.

No faltaron a la noche sus versiones de “Bella Ciao” que arrancó casi por impulso del público, “Tuyo” de Rodrigo Amarante (popularizada por la serie Narcos) o “Nel Blu Dipinto Di Blu” (más conocida como “Volare”) de Domenico Modugno y que fue de las que mejor acogida tuvo entre los asistentes.

Tras acabarles el repertorio que traían ensayado después de casi hora y tres cuartos, tuvieron que volver a hacer un segundo bis improvisado, este sí, para cerrar definitivamente su actuación con “Highway to Heaven”, un ska con la impronta de la banda. En definitiva, The Magnetics consiguieron hacer del invierno verano y de la noche día gracias a su propuesta musical. Un amor de verano al que se le espera trescientos sesenta y cinco días.