La demanda fue mayor que el resultado. Pero, el espectáculo fue lo suficientemente digno como para que The Horrors consiguieran salvar la noche y hacerse con la victoria. Teloneados por los aplaudidos Disco Las Palmeras! (que lucían su aclamado “Asfixia”), los chicos se ocultaron entre las sombras tanto que al final terminaron comiéndoselos. Construyeron un espectáculo donde los hits levantaron, a base de un gran esfuerzo, el resto de carencias. “¡Que no se oye, más alto!”, “¡Yo lo que quiero es caña!”. Las diferentes voces que salían del público demostraban que sus fans tenían ganas de arrasar con el viernes.
“Mirror Image”, “Endless Blue”, “Still Life”, “I See You”… Digamos que con semejante reparto deberíamos haber aplaudido hasta dejarnos las manos en la sala. Pero, tristemente no fue así, y al problema del poco lucimiento se le añadió una pasada cancelación que distrajo la atención de los posibles asistentes. La cita no fue tal como la esperábamos. Eso sí, hay que reconocer que algunas veces consiguieron brillar a lo grande y hacer que los ojos se nos iluminaran por completo. Tantas tinieblas no son buenas.
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