Un razzmatazz 2 casi abarrotado daba una clara explicación al fenómeno provocado por The Hives en los últimos dos años y que les han lanzado a las primeras páginas de las revistas musicales de medio planeta y el fichaje por una multinacional. ¿La culpa de tal ascenso? Un recopilatorio editado en Inglaterra “Your New Favourite Band” que les convirtió en superventas y un disco arrollador, el tremendo “Veni, Vidi, Vicious”. Ahora nos visitaban para presentar su sólido y resultón último trabajo “Tyrannosaurus Hives”, un álbum que interpretaron casi al completo en la hora y poco de duración del concierto. Un show divertido, festivo, repleto de hits, que muestra lo que de verdad son, y siempre han sido, la banda sueca: un digno grupo de rock and roll de miniatura que solo pretende conseguir que la gente se lo pase bien durante unos minutos, lejos del virtuosismo, la técnica o la sobrevalorada originalidad. Esa noche en el razzmatazz lo lograron de sobras gracias a hitazos de la talla de, “Die! All Right” “a.k.a I-D-I-O-T”, “Main Offender”, “Hate To Say I Told You So”, “Two Timing Touch And Broken Bones”, “Dead Quote For Olympics” o “A Little More For Little You”. Canciones todas ellas coreadas por una audiencia entregada desde el primer tema. Y es que a pesar que The Hives nos habían visitado con anterioridad en varias ocasiones, muchos teníamos nuestro primer contacto con ellos esa noche. Y les puedo asegurar que no nos defraudaron.

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