THE HIDDEN CAMERAS+THE DELGADOS
ConciertosThe Delgados

THE HIDDEN CAMERAS+THE DELGADOS

5 / 10
Xavi Sánchez Pons — 22-12-2004
Empresa — Sinnamon
Sala — Razzmatazz 2, Barcelona
Fotografía — Sergi Fuster

Doble cartel de impresión el que presentaba una de las noches en que la barcelonesa sala Razzmatazz celebraba su cuarto aniversario. Los encargados de abrir fueron The Hidden Cameras que volvían a Barcelona tras su intenso e incomprendido concierto del Primavera trayendo bajo el brazo su último y formidable disco, “Mississauga Goddam”. Un trabajo plagado de buenas canciones que se encargaron de presentar de una forma más que emocionante, con siete miembros comprometidos con la causa pop sobre el escenario capitaneados por Joel Gibb, alma mater de la banda y un frontman realmente sorprendente, muy nervioso y excitado durante todo el bolo. Ese compromiso con el grupo hace que The Hidden Cameras logren transmitir verdad en canciones como “That´s When The Ceremony Starts”, “I Believe In The Good Of Life” o “Music Is My Boyfriend”, y eso es lo que más convence de su directo, un show en el que los de Toronto se lo pasan bien -y se lo hacen pasar bien a su público-, sacan a relucir sus filias y sus fobias, y celebran sus virtudes y sus defectos en un sano ejercicio catártico. En fin, una celebración de la vida y de lo que tiene que ser el BUEN pop que a más de uno le alegró el día y le hizo pensar que para ser feliz no hace falta ser guapo, heterosexual y fan del Bisbal. Lo de The Delgados fue otra historia, apagados y algo cansados, decidieron subir el volumen de sus amplis para disimularlo. ¿El resultado? Uno de esos conciertos en los que uno pilla manía a uno de sus grupos más adorados. De hecho, tras el final del show propiamente dicho, antes de los bises, este cronista abandonó la sala para que el enfado no fuera mayor. Una mala noche la tiene cualquiera.

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