The Ex + Nisei
ConciertosThe Ex

The Ex + Nisei

7 / 10
Joan S. Luna — 16-04-2009
Empresa — Noise On Tour
Sala — Apolo, Barcelona
Fotografía — Edu Tuset

Equilibrio, un concepto al que no solemos prestar demasiada atención los que escribimos sobre música. Nos preocupamos de muchas cosas, a veces de detalles sin un peso fundamental en las actuaciones, y ni siquiera nos planteamos que ese equilibrio sí lo tiene. Me explico, empezando por el ejemplo de los catalanes Nisei, quienes esa noche registraban en vídeo su concierto con no se sabe aún qué propósito. Si sus primeras actuaciones como trío ya convencían, ha sido desde que su formación ha encontrado ese equilibrio con una segunda guitarra, cuando realmente alcanzan unas cotas de efectividad fuera de toda duda. A su sólida base rítmica se ha sumado una guitarra constante que evita los vacíos y permite que Cristian Pallejà enriquezca las canciones con sus vientos (los chicos de Za les echaron una mano en “Aquest joc” o “Una setmana sencera”). En el extremo opuesto de la balanza estuvieron The Ex. Y es que, desgraciadamente, sólo quienes les descubrían por primera vez se excitaron como nosotros en cualquiera de las ocasiones anteriores. Los holandeses, además de celebrar treinta años de trayectoria intachable y siempre inquieta, presentaban a su nuevo vocalista y guitarra, Arnold De Boer. Y volvemos al equilibrio. Sorprende, y mucho, descubrir lo mucho que ha repercutido la marcha de G.W. Sok del grupo. Su particular registro, su carismática presencia, su actitud siempre distante, siempre distinguida, pesaban mucho más en el directo del cuarteto de lo que le atribuíamos (nosotros, obsesionados con esas guitarras experimentales y vibrantes). De Boer se muestra –por lo menos de momento- incapaz de suplir su baja, no emociona, no incomoda. Con él al frente, con su forma de cantar, con su actitud aún inocentona, The Ex se han convertido ante nuestros pasmados ojos en una formación más de post-hardcore. El equilibro entre las siempre crespadas cuerdas de Terrie Hessels y Andy Morr se ha roto, ha perdido lo que nos gustaba de su identidad. Por lo menos eso es lo que ocurrió durante tres cuartas partes de un concierto que, por suerte para todos, remontó –y mucho- en su recta final (cuatro cortes, no más). Aunque no seamos alarmistas. The Ex merecen nuestra confianza y sabemos que, con el rodaje y la carretera, volveremos a vivir con ellos experiencias tan viscerales, abrumadoras e intelectualmente inquietantes como las de los últimos años.

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