Teniendo en cuenta que uno no deja de llevarse decepciones a la hora de enfrentarse a según que leyendas -¿acaso han olvidado el lamentable espectáculo protagonizado por Dickies meses atrás?-, deberíamos romper una lanza en favor de los remozados Damned. Y no porque su actuación fuese demasiado allá, sino porque tras tanto batallar no deja de ser un logro mantener algo de dignidad. Quizás fue posible gracias a que Dave Vanian y Captain Sensible siguen complementándose con la torpeza de siempre (la rotunda seriedad del crooner after-punk enfrentada al descerebrado actuar punk entre lo paródico y lo bravucón del hombre de la gorra roja), independientemente de quien les acompañe. Eso sí, suerte que en este caso contaban con toda una Patricia Morrison (ex-Sisters Of Mercy), de impecable imagen gótica -aunque bien visto, ahora tampoco desentonaría en Coal Chamber y similares- al bajo. Del mercenario ex-Lords Of The New Church que les acompañaba a la batería y de ese descerebrado clon de Luis Troquel que aporreaba los teclados mejor obviar comentarios. De todos modos, quizás si no contasen con tan histórico repertorio otro gallo les cantaría. Porque queda claro que "New Rose", "Neat Neat Neat", "Love Song", "Plan 9, Channel 7" o esa "Eloise" (original de Barry y Paul Ryan por mucho que algunos la descubriésemos vía Tino Casal) salvarían a muchos de la quema.
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