El evento del pasado viernes en Nave 9 se presentaba como una “pelea a hostias” entre los bilbaínos The Daltonics y los madrileños El Señor Que Te Molesta, dos de las bandas más canallas del panorama rockero actual. Diversión asegurada, a tenor de los vídeos publicados por ambos en redes sociales los días anteriores al evento.
Se trataba de la vuelta del “enfrentamiento” que habían tenido meses antes en Madrid, y en el que el resultado había sido un empate técnico. En esta ocasión, el combate era a dos únicos pero intensos asaltos, en los que cada uno debía demostrar lo que sabía hacer encima del escenario-ring.
Tras la presentación de rigor por parte del músico, escritor – y ahora también speaker- Alberto Cueto, iniciaban las hostilidades El Señor Que Te Molesta (en adelante ESQTM), dispuestos a darlo todo y, como ya es habitual en ellos, dar cera discriminadamente, buscando el KO por la vía rápida, para poder irse a beber cuanto antes… la verdad es que ya teníamos ganas de verlos, porque desde que sacaran su primer elepé, ‘Buena idea idiota’, todavía no habíamos podido catarlos por estos lares. Y no decepcionaron en absoluto, ya que en unos 50 minutos repasaron, prácticamente, todo su repertorio, sonando muy punkis en algunos momentos, como en la pieza que daba título a su primer trabajo, o como en ‘Declaración simplificada’, donde contaron con la colaboración a la armónica de Álex Ron de The Daltonics, quien dio al tema un rollo más pub rock, mientras el otro Álex, el vocalista y guitarra de ESQTM, se desgañitaba.
Justo antes, tuvimos una grata sorpresa cuando vocalista de los míticos Larsen, José Luis Salcines “Monje”, se subió al escenario para interpretar ‘Diez años en Sing-Sing’, de Los Nikis, que nos transportó a una época irrepetible en la que parecía que el punk iba a dominar la escena para siempre… pero no, porque todos y todas sabemos lo que pasó después ¿no?; aunque gracias, entre otras cosas al concierto que estamos relatando, y a muchas otras bandas, parece que vuelve a haber esperanza.
Más melódicas, pero sin perder fuerza en ningún momento, sonaron ‘Uno de los nuestros’, con crítica social incluida y, probablemente, la que más puede recordar a Los Enemigos, junto a ‘Parte del plan’, perteneciente a su último EP titulado ‘Mel Gibson’, aunque en la portada salga Arnold Schwarzenegger porque, tal y como reconocieron “la labor de ESQTM es hacer la vida más confusa”… genios y figuras. Los madrileños, como decimos, aprovecharon para tocar este nuevo trabajo en su totalidad, incluida una magnífica versión del ‘Sospechosos’ de Kortatu y ‘Ayatolah’, tonada de la que, sin duda, es la banda que más les ha influido, unos Siniestro Total de quien, al final del concierto, también hicieron ‘Los esqueletos (no tienen pilila)’, antes de emular a Los Ramones en ‘Maruxiña es una punk rocker’ que, si a alguien le recuerda a los de Queens, “es pura casualidad, porque no tiene nada que ver” (guiño, guiño, codo).
Segundo round
Tras las presentaciones, salieron al ring The Daltonics, más que conocidos por aquí, y que hay que destacar que en 2019 fueron elegidos como la mejor banda bizkaina en directo en los premios Koska.
¿Y qué es lo que hicieron Los Daltonics en este combate? Pues aceptar el reto de los madrileños y demostrar que no se iban a dejar pisar en su casa; así, volvieron a defender su trono como reyes del pub rock en Bizkaia, sin dar un segundo de respiro a un público que se sabe de memoria y corea cada una de sus composiciones. Los bilbaínos aprovecharon para repasar todo su repertorio, poniendo especial interés en su último trabajo, que, si no me equivoco sonó íntegro, desperdigado a lo largo del setlist, y dejando momentos memorables como los coros de Egoitz y Pablo en ‘Junta de vecinos’, los recuerdos de veranos de siestas y ciclismo en la televisión con ‘Gregarios de lujo’, el rollo cercano al country de ‘Síndrome de Peter Pan’ y las versiones de los nunca suficientemente reivindicados Haggish en ‘Kebab’, y de J. Kidd en ‘Pull Over (Pica que se jode)’, dos historias, como todo lo que cantan los Daltonics, cargadas de un humor delirante y, en ocasiones absurdo, que se ha convertido en el sello personal de la banda.
Dentro de este mismo disco, la banda ha incluido una rareza que se puede salir un poco de su sonido habitual y que, sin embargo, y en mi opinión, en directo es uno de los temas que mejor funcionan, quizá precisamente por ese cambio de registro. Obviamente, estoy hablando de ‘Zombi Facha’, una canción necesaria y valiente, con guitarras a lo Cramps, y en la que reivindican que la diversión no tiene por qué estar reñida con la crítica.
Del resto del concierto, decir que, de nuevo y como ya nos tienen acostumbrados y acostumbradas, fue una fiesta desde el principio hasta el final, donde sonaron canciones que ya se han convertido en himnos inapelables, como ‘Viudas de Epalza’ o ‘A cagar a tu bar’, y en la que el público es partícipe de dicha fiesta. Y aunque a veces, puedan correr el riesgo de que sólo nos quedemos con la vis cómica de la banda, es de justicia destacar la calidad técnica de los músicos, cada uno cumpliendo a la perfección su papel: ahí tenemos al líder Alex Ron, grandioso cuando coge la armónica, o cualquier otro cachivache que saque de su mochila de “Dora le exploradora”, pero también están los verdaderos gregarios de lujo, que son los dos guitarras, el que hace el trabajo sucio en el apoyo al bajo, Natxo “Strummer”, y el que pone el carisma y arenga a las masas desde la retaguardia, que no es otro que el batería Dani “Rock n´Ron”. Eso sí, todos tocando cada vez mejor e insisto, sin ser un grupo de broma, que para eso ya están las bandas tributo.
Así que, tras más de dos horas de mucho punk y rock, llegaba la hora de dilucidar quién se llevaría el gato al agua, y el voto del siempre honorable público, decidió que, nuevamente, la cosa se quedara en tablas. Así que, no queda más remedio que organizar otra velada, esta vez en terreno neutral para decidir quiénes son los verdaderos jefes del rock canalla y cachondo… ¿nos vemos en Vigo? Por mí bien.
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