Carnaval en otoño

Ni un solo gato cabía en Razzmatazz durante la tercera noche de las cinco que The Cat Empire ofrecen esta semana en España para presentar “Rising With The Sun”. Y es que los de Melbourne se mueven como sigilosos felinos de sala en sala, sin esa necesidad de ocupar pabellones ni ser los reyes de la selva. Basta que se enciendan los focos del local para que se transformen en magníficos emperadores de la fiesta.

Y como no tienen ni un pelo de tontos, y llevan casi veinte años en el oficio, los australianos empezaron con el apabullante tridente formado por “Wolves”, “Brighter Than Gold” y “Prophets in The Sky”. Desde las primeras notas de “Wolves” no solo corrimos como lobos sino que bailamos, saltamos y sudamos en el particular imperio que Felix Riebl y compañía saben de sobra como alzar. Aun así, estuvieron bastante limitados en cuanto a comunicación con el público —la verdad es que engañan bastante con el puñado de canciones en español que tienen en su haber— y un precario dominio en directo del idioma. Pero eso no fue impedimento para las 2000 almas que nos reunimos ahí, entre las que había numerosas nacionalidades y edades. Aun así, explotaron gran parte del repertorio que cuenta con versos en castellano como “Qué será ahora”, “Still Young” y “Like a Drum” y el público lo agradeció cantando más alto que Felix y Harry e incluso tapando, en algún momento, el sonidos de los instrumentos.

El esperado homenaje a los atentados de París “Bataclan” llegó en el ecuador del concierto, aunque fue una de las más flojas musicalmente hablando, tal vez por el emotivo significado que revive en el grupo. Otro declive —inevitable, no hubiera sido sano estar dos horas en el clímax festivo total— fue “Midnight” donde la cantante de Tinpan Orange, el trío indie-folk que actuó justo antes, acompañó la voz de Harry James Angus.

La cara de humildad y de satisfacción que la banda lucía al ver como el público barcelonés cantaba desde los clásicos “How To Explain?” ("The Cat Empire", 03) hasta “Bulls” o “Daggers Drawn” de su último trabajo, convirtió la noche de ayer en una fiesta de buen rollo, creando un paréntesis en la ajetreada vida de los allí presentes. Hasta con pogos, desde la primera hasta la última fila de la sala, celebró el público la música de The Cat Empire en una noche de jueves que a todos nos pareció sábado.