Fría noche santanderina acompañaba la presentación del primer embate en solitario de Carlos Tarque, cantante de M-Clan. Un debut homónimo que destila rock por los cuatro costados. Una aventura que le acerca a un rock primigenio y nuclear. Más Hendrix, Page y Kossoff y más hermanos Young que hermanos Robinson.
Una sala casi llena se preparaba para recibirle acompañado de su banda, la Asociación del Riff, formada por Carlos Raya a la guitarra, Iván “Chapo” González al bajo y Coki Giménez a la batería. Formación clásica donde las haya.
Abrieron el concierto con “Ahora y en la hora”, “Heartbraker” y “Bailo” que el público cantaba como si fueran ya viejos clásicos. Decir que posiblemente nos encontremos ante el frontman más en forma del país sería quedarnos cortos. Tarque derrocha energía y se deja el pellejo en el escenario durante todo el repertorio.
Carlos Raya realiza una labor intachable a las seis cuerdas, tirando de sonido clásico, Les Paul, Stratocaster y Marshall a todo trapo, sin renunciar a algunos momentos más efectistas que le sientan como un guante a los temas. La sección rítmica, que ya había colaborado anteriormente con M-Clan, es sólida cual infranqueable muro de hormigón contra el que es inevitable la embestida.
Poco a poco fueron desgranando por completo los diez temas de los que consta este primer trabajo, intercalando homenajes a sus bandas fetiche, como “Fire and water” de Free, una castellanizada “Evil” de Cactus, y un homenaje a la trayectoria artística del recientemente retirado Rosendo con “¡Qué desilusión!” de Leño. Obviamente no faltaron temas de M-Clan: “Perdido en la ciudad” de su debut “Un buen momento” y las coescritas con Raya “Se hizo de noche cuando te conocí”, “Calle sin luz” y “Miedo”, con la que volvieron a salir a los bises. Una alargada “Ahí es donde nace el rock and roll”, con guiños a los Beatles y Led Zeppelin, puso el broche final a un show redondo.
Rock sin fisuras, crudo, urgente. Una propuesta que tiene cabida lo mismo en un pequeño club de sudorosas paredes que en salas de aforo respetable. Cosas del Rock.
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