Groop Dogdrill siguen sin funcionar en nuestro país. Y no lo merecen. De hecho, si su anterior actuación años atrás junto a Therapy? resulto de lo más convincente, esta no quedó muy atrás. El trío más arisco de la actualidad británica continúa siendo capaz de combinar en una suerte de cajón de sastre el atrevimiento del punk, cierta actitud provocadora y una crudeza que “Every Six Seconds”, su segundo largo, refleja mejor que aquel “Half Nelson”. Cumplieron correctamente su papel, y eso es mucho. En cuanto a Supersuckers, pues toda una sorpresa. Después de tanto tiempo y del disco aquel de aires country, pocos imaginaban que los de Eddie Spaguetti volverían con un trabajo tan certero como “The Evil Powers Of Rock’n’Roll”. Por tanto, su tercera gira debía resultar tanto o más enérgica que las anteriores. A toro pasado, puedo asegurarles que lo fue. Supersuckers volvieron –no esperábamos menos- a echar mano de toda la imaginería rockera y macarra que les caracteriza desde sus primeros pasos. Guitarras al aire, brazos erguidos luciendo manos cornudas y un set perfectamente ensamblado con cortes nuevos (el titular o “I Want The Drugs”) y clásicos al nivel de “Creepy Jackalope Eye” o “Born With A Tail”. Lo que esperábamos, y algo más.
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