Sobrepasar la complicada cifra de 100.000 asistentes es un logro, hacerlo en sólo tres ediciones, casi un milagro. Tras tres jornadas de festival, el pasado domingo, Dreambeach Villaricos cerraba sus puertas consiguiendo un nuevo record de asistencia -20.000 más que en 2014- y dejando muy buen sabor de boca a todos los que abarrotaron la playa de Villaricos (Cuevas de Almanzora – Almería).
La música empezó a sonar el jueves en la zona de acampada con Oliver Heldens -en la foto- y Paco Osuna como platos fuertes. Lo que en 2013 comenzó siendo una simple fiesta de bienvenida ha evolucionado hasta suponer en la práctica un día más de festival. 25000 dreamers llenaban Welcome Villaricos y ya nos hacían suponer el éxito de asistencia que un día más tarde pudimos confirmar.
El viernes llegó el momento de abrir las puertas del recinto principal con un opening set de tres horas de Sven Väth. Tirando de mezclas con vinilo su actuación fue de menos a más. A sus 50 años, ha perdido contundencia en sus sesiones, pero sigue convenciendo a su público más fiel, que a pesar del intenso calor, no faltó a la cita con el productor aleman en el escenario Dreams Tent.Algo más tarde llegó el turno del hip hop con la aparición de SFDK en el Open Air San Miguel. Zatu y los suyos tuvieron una gran acogida que demuestra que el hip hop tiene aceptación entre un público puramente electrónico. Tras ellos, la bass music inundaba este escenario con las actuaciones de UZ, Bare Noize, los andaluces Beauty Brain y algunos de los pesos pesados de la escena drum and bass internacional como Calyx & Teebee, Neonlight, Camo & Krooked o Spor -en la foto-. Este último, no es la primera vez que pisa la arena de Villaricos, pues en 2013, ya actuó en el festival almeriense bajo su otro aka, Feed Me. Tras un largo letargo como Spor, su vuelta a principios de 2015 generó mucha expectación y fue una delicia poder escuchar algunas de sus producciones pertenecientes a su último trabajo, "Caligo".
Mientras tanto, en el mainstage, también hubo espacio para el drum and bass con los británicos Sigma. Con el sonido que les caracteriza y un directo brillante subieron aún más la temperatura de un renovado escenario principal a base de algunos de sus himnos, como “Gliterball” o “Nobody To Love”. Les siguió el talentoso Eric Prydz, que nos brindó uno de los mejores momentos de Dreambeach haciendo sonar “Opus”. La música continúo hasta el amanecer con, Headhunterz, Blasterjaxx o un enérgico Fatboy Slim entre otros.En el Bull Stage, el Detroit techno se imponía con las actuaciones de Octave One, Derrick May, Carl Craig y Stacey Pullen. La programación se completaba en la espectacular carpa “Dreams Tent” en la que brillaron la elegancia de Luciano, Matador y la rusa Nina Kraviz entre otros.
La jornada del sábado comenzaba para nosotros con una de las actuaciones más esperadas, la del productor alemán Paul Kalkbrenner, que además, llegaba a Villaricos sólo un día después de lanzar su nuevo álbum, “7”. Maceo Plex, Dubfire y el cierre apoteósico de Loco Dice fueron otras de las actuaciones más destacadas del escenario Dreams Tent durante este último día de festival.
En el Open Air San Miguel, Dub Elements representaron, y muy bien por cierto, a la escena bass music nacional, haciendo vibrar a todos los que ya llenaban el escenario. Tras ellos el capo de RAM Records, Andy C, Pendulum -mención especial a ese momento “Tarantula” que tantas veces hemos vivido y nunca nos hartaremos de hacerlo- y el gran deseado, Noisia, con algo más de una hora de contundencia que comenzó con uno de sus próximos tracks junto a The Upbeats, “Dead Limit”.
Hablando de contundencia, en el Bull Stage, el techno con mayúsculas corría a cargo de nombres como Pepo, Horacio Cruz, Paula Cazenave, Candy Cox, Pet Duo y Fátima Hajji, que una vez más, volvió a realizar un set que quedará entre los mejores recuerdos de Dreambeach. Carisma, técnica y personalidad son adjetivos que definen a esta artista que allá por donde actúa deja en buen lugar a la electrónica española.
En el escenario principal, donde se concentraba el mayor numero de dreamers, se cancelaba la actuación de Modestep por enfermedad de uno de sus componentes. No faltaron a la cita los británicos Sub Focus, Chase and Status y Nero, todos en formato dj set. Tras los sonidos más comerciales de Nicky Romero y Deorro apareció en escena Paul Van Dyk -en la foto-, que contentó a los que deseosos de trance, esperábamos con impaciencia su actuación. Para poner punto y final a esta edición, el elegido de nuevo fue Armin Van Buuren, que como era de esperar, no siguió la misma línea del productor alemán, pero que volvió a desatar la locura en un cierre de Dreambeach Villaricos.
Finalizaba con ello un festival que goza de una salud envidiable, que se supera año tras año y que se ha convertido en un sueño hecho realidad.
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