Complicado explicarles lo vivido anoche en la barcelonesa Sala Apolo. Sigo en otro planeta, sigo roncando en el universo Standstill. Bendito universo el suyo. Y benditos ellos por compartirlo con tantísima generosidad. Gracias de todo corazón por el espectacular concierto de anoche. “Vivalaguerra” es una obra maestra, y ayer una sala repleta de brazos en alto me sirve de cómplice. “Adelante Bonaparte” también lo es, pero ayer ganó su blanco hermanito a la hora de hacer caso al voto del público. Ayer tuve la suerte de poder bajar la guardia. Anoche tuve el arte de saber con quien. Me faltaron el cariño, respeto y atención que necesito, pero eso es algo que Standstill no pueden darme, ya me dan suficiente. ¿Mezclar “Hombre Araña” con “Cosquillas no (esta niña me gusta)”? Grandioso. Los catalanes supieron ofrecer a sus fans un concierto espectacular, acompañados por los elegantes músicos que han engordado “Adelante Bonaparte” y arropados por infinidad de alaridos de satisfacción que hacían que problemas como el de Montefusco con la acústica se desvanecieran en el acto. El repaso a sus incontables hits no podía haber sido mejor medido, no son sólo las canciones, es el orden en el que interpretaron una tras otra. De verdad que me gustaría poder contarles algo más, pero en mi cabeza siguen sonando “¿Por qué me llamas a estas horas?” y “Adelante Bonaparte” todo de golpe, abrumador, como la sobredosis de emociones sonoras de ayer. Hubiera necesitado algo más de tiempo para digerir este concierto, un concierto tan sincero como nutritivo para el alma. Un concierto que tardaré en olvidar, y que me acabó de convencer del hecho de que Standstill están a años luz de la parrafada que acabo de soltarles tratando de explicar algo inexplicable.
Yo no lo habría dicho mejor. Inexplicable lo que se vivió esa noche. Todavía me tiemblan las piernas de la emoción.
Totalmente de acuerdo. Un concierto mágico e inolvidable... Mil gracias Standstill por todo lo que nos estáis dando.
Me muero de ganas por ver el espectáculo del nuevo disco... desgraciadamente en el Primavera no lo pude ver... Mágico concierto y magnífica la entrega del público... por fín! Enric dormirá tranquilo y ya no podra decir aquello de lo frío que es el público de barna comparado con el de otras ciudades
Yo los vi en el Auditori del Primavera y las sensaciones fueron idénticas. Nunca me había pasado acabar un concierto con la lagrimilla cayendo de pura emoción. Han pasado semanas y aún se me pone la piel de gallina al recordarlo. Son especiales, no hay duda