Jueves 11
El primer día del Sonorama, en lugar de ir a lo fácil, se apostaba por grupos decididamente a contracorriente. La Frontera o Sex Museum no son nombres habituales en festivales de carácter marcadamente pop y de público tan heterogéneo como numeroso. Los primeros enardecieron a los más rockeros con “Judas el Miserable”, mientras que los segundos pusieron un colofón magnífico a la primera noche, haciendo gala de su estilo insobornable de actitud desafiante y un historial intachable que mezclaba sus mejores canciones de hoy (“Seven days”) con sus clásicos imperecederos (“I enjoy the forbidden”).
Los otros triunfadores de la noche fueron Triángulo de Amor Bizarro definitivamente tocados por un halo satánico y una confianza que los hace inalcanzables para cualquier otra formación del panorama patrio. La voces de Isa y Rodrigo fueron desgranando un repertorio donde la distorsión y la actitud fueron conquistando al público. El cierre con “El crimen: cómo ocurre y cómo remediarlo” fue simplemente apoteósico. Otros, sin embargo, jugaron en otra liga. Como un Coque Malla que mostró que se siente más cómodo con lo ritmos rockeros de su anterior disco que con los de cantautor meloso del último, aunque su forma de afrontar cada canción, y su pose natural, siempre le hace sonar diferente. Curiosamente los que más sonaron a lo de siempre fueron los grupos más jóvenes. Eladio y los seres queridos, con alguna canción brillante, y Miss Caffeina, sobrados de oficio y con conexión permanente con el público.
Viernes 12
El viernes empezaba por la mañana con dos grandes conciertos de dos formaciones de futuro: Última Experiencia y Fuel Fandango, cada uno a su manera, derrocharon sudor y talento bajo el duro y castigador sol castellano. El que también estuvo castigador (llegando incluso a ponerse el sujetador de una fan) fue Bigott, que acompañado de una gran banda mostró que lo suyo está simplemente a otro nivel. Como a otro nivel, majestuosos y brillantes están los chicos de Delorean, sin dar un respiro a los que no podían esperar a los djs para bailar. Tachenko hicieron su primer recital tras el accidente y volvieron a demostrar que cada vez tocan mejor (si es posible) y que su talento es único e inimitable. Las nuevas canciones, versión incluida del “Mediterráneo” de Serrat, venía a demostrarlo una vez más con humildad pero contundencia. Otros inimitables fueron Guadalupe Plata que consiguieron enloquecer a la carpa Future Stars con el blues dadaísta y andaluz de su primer album, con lemas vitales tan sugerentes como “¿qué se siente al matar a un gatito?”. Más previsibles pero igual de efectivos fueron Niños Mutantes e Iván Ferreiro con dos conciertos muy diferentes, pero en el fondo bastante parecidos. Los granadinos se basaron en su últimos dos discos donde por fin han tenido la repercusiión que venían mereciendo hace años, mientras que el gallego tiró más de repertorio pasado para seguir enamorando a sus numerosos fans. Otros que conectan cada vez más con el respetable son Second, a los que el cambio de idioma quizá le haya hecho ganar adeptos. Canciones como “Psicopático” son de las que siguen en tu cabeza varios grupos después. Por el contrario Los Campesinos y Dorian no sorprendieron y pasaron rápido por el escenario. Como unos Catpeople, esforzados y decididos que tuvieron que bregar con un sonido no del todo satisfactorio y unos Sexy Sadie para los que no pasa el tiempo, aunque el tiempo evidentemente haya pasado.
Sábado 13
Por la mañana tocaron en el pueblo algunos grupos que bien podían haber estado en cualquiera de los escenarios principales (Disco Las Palmeras! u Hola A Todo El Mundo). Luego ya por la tarde tuvimos la oportunidad de asistir a grandes conciertos como el de Mishima, que para no salir demasiado de Cataluña demostraron una adaptación a tierras castellanas bastante exitosa, con himnos como “Una part de tu” que fueron coreados y bailados por el respetable. El Guincho también nos hizo bailar hasta reventar los pies y eso que tuvo que cerrar casi a las conco y media. Su propuesta, personal e hipnotizadora, es capaz de reinventar los sones populares y sus formas como si se tratara de una especie de Tarantino musical. Y hablando de Quentin, Dos bandas y un destino (un grupo que sería muy de su gusto) la liaron como es habitual. Son un vendaval y dan ganas de que sus conciertos duren 3 horas más. Feliz unión la de los de Vielba y los de Pardo, que además se curraron unos visuales tan espectaculares como irónicos. Más feliz que la de La Orquesta Poligonera, un proyecto sin más sentido (o sin demasiado sentido) que pasarlo bien. Destacó sobre todo la interpretación de Coque Malla de “La estatua del jardín botánico” y la de Iván Ferreiro (quizá con demasiado protagonismo en la formación) de “Turnedo”. Más que un grupo, una anécdota.
Las apuestas foráneas de la noche lo dieron todo sobre el escenario. Shout Out Louds con su concepción del pop elegante y Rinôçérôse con su atmósfera contagiosa y bailable que nos descubría, para nuestro satisfacción, que no estaban tan acabados como decían por ahí. ¡Claro! que los que están empezando a hacer (más) historia son los navarros de El Columpio Asesino: brillantes, imperturbables e intensos, hicieron corear eso de “Te voy hacer bailar toda la noche”. Un concierto intachable que supo mezclar a la perfección lo nuevo y lo más nuevo. Como el de La Habitación Roja, veteranos de mil festivales, que supieron ganarse a todos con un recital medido de principio a fin. El sábado también vimos a Mujeres y Nadadora, cada vez más consolidados en lo que mejor saben hacer cada uno (el punk garajero más ruidoso, los catalanes, el pop meláncolico y eléctrico, los gallegos) y a un Xoel López que sigue buscándose con denuedo en otra de sus reinvenciones desorientadas.
Domingo 14
El último día todavía quedaban valientes por la mañana, cerveza en mano y gafas de sol en los ojos, para ver, con 35 grados a las sombra, conciertos como el de Mucho (efectivos y directos) y Marcus Doo & the Secret Family. Tras la siesta de rigor volvimos a los escenarios principales a comprobar que Ellos es uno de los grupos más divertidos en directo (y que “Lo tomas o lo dejas” es un himno generacional) y que Fernando Alfaro está mejor que nunca. Sonriente y hablador supo ganarse al público con “Un viaje largo, largo”, mientras desgranaba una a una todas las canciones de su estupendo último disco. Excelentes también estuvieron The Hidden Cameras. Joel Gibb sabe rodearse siempre de una banda formidable y comprende muy bien que la música también es espectáculo, testiculina e ideología. Además de un magnífico repertorio donde volvieron a interpretar “Smells of Happiness” literalmente a ciegas. En eso coincidió (en lo del repertorio, no en lo de las vendas) con Teenage Fanclub que con sus pintas de “antiestrellas pop” hicieron las delicias de todos con éxitos imperecederos como “Your love is the place where I come from “o algunas de las nuevas pero ya míticas canciones (“Baby Lee”, por ejemplo). La Bien Querida también nos trajo las canciones de su segunda obra, aunque el público coreó más las de “Romancero” y Cycle pusieron con su electrorock, facilón pero efectivo, a dar saltos a los superdotados que todavía guardaban alguna fuerza. Finalmente Amaral habían prometido un directo contundente y, aunque tampoco acabaron de dar del todo esa vuelta de tuerca prometida, si mantuvieron una puesta en escena más provocativa y roquera como antesala de su próxio trabajo de título explícito: 'Hacia lo salvaje'. Toda una declaración de intenciones de una nueva etapa que está por ver si de verdad representa un cambio en sus postulados, y se aleja del pop de estribillos melosos que los encumbró en el pasado gracias a su encaje en las emisoras más comerciales.
Vaya critica de mierda!
Vaya comentario de mierda!
vaya crónica máspoco elaborada, ni chicha ni limoná, parece que no estuvieses en ningún concierto
jajajajaja. Espero que la Orquesta repitan. Me hubiese molado escuchar a Anni cantar en español, deberían cambiarse las canciones entre ellos.
Holaaaa guapos, yo me llamo anónima...
Pues te perdiste algunos conciertos buenísimos. Vaya por dios.... Que despiste...
Pues te perdiste algunos conciertos buenísimos. Vaya por dios.... Que despiste...
Lo mejor sin duda fueron SEX MUSEUM! Rock de verdad,intensidad,baile y emoción.Tremendos!
"unos Sexy Sadie para los que no pasa el tiempo, aunque el tiempo evidentemente haya pasado". De verdad que es lamentable...
La crónica es flojita, pero quiero felicitar a Antonio Arias, el fotógrafo que cubre muchos conciertos y festis para Mondosonoro, porque hace unas fotos buenísimas.
4 párrafos para todo un festival sólo produce retórica. ¿qué coño esperáis?
la critica ni fu ni fa y donde esta la critica de luger uno de los mejores conciertos no todo va a ser pop indie pop indie luger fue de los mejoresy delorean tambien siento lo de los acntos tildes y demas pero este teclado no da lo opcion...