Ha llegado a su localidad la avioneta de Los Mejillones Tigre. Cargada de Ayahuasca, Ayacayé, gatos negros, naves espaciales, drogas de varios tipos y colores, cumbias bailables y ofendiditos varios. ¿Se puede pedir más a una fiesta? La de Planta Baja, fue, de hecho, una de esas fiestas donde no falta de nada. Una fiesta de Discos Bora Bora como las de antes, con la gente bailando y compartiendo chupitos. Nos hacía a todos mucha falta.
Desde Jaén, con mucha salsa y meneo y un flexi disc recién editado por Bora Bora, Los Mejillones llegaron al Planta cargados de un buen puñado de canciones y muchas ganas de baile. Una puesta en escena divertida, que transmitía espontaneidad y diversión por todas las esquinas del escenario, con unos músicos que han hecho del buen rollo y el latineo a la andaluza su seña de identidad.
Llevan ya un tiempo dando que hablar en la escena musical y reuniendo, como anoche, a unos cuantos cientos de personas dispuestas a menear el esqueleto con ellos, pero, para mí, era la primera vez que podía verlos en directo y por tanto, muy grata la sorpresa de ver que aún se hacen canciones que conjugan el sentido del humor, muy abundante en sus letras, con la calidad musical y las ganas de fiesta. Impecable, como siempre, el sonido en esta mítica sala granadina.
Interactuando constantemente con el público, provocando y bajándose para invitar a chupitos, lo variado de su “performance” hace que un concierto de dieciocho temas se te pase en un abrir y cerrar de ojos. Alusiones diabólicas, voodoo a raudales y esperanza de apocalipsis hacían anoche a los jienenses la mejor referencia para una noche pre Halloween en la que el ambiente siniestro ya se estaba respirando en las calles.
Eso sí, Los Mejillones Tigre de siniestro tienen poco. Son, más bien, un “conjunto de corte moderno” de los que antaño podían verse alegrando verbenas. Y eso es, precisamente, lo que les hace distintos y dota a su puesta en escena de ese punto divertido. Ellos lo saben y lo explotan, no son muchas las bandas que se sumergen en estos sonidos latino-tropicales de una forma tan personal. Además de los granadinos Eskorzo, el género no suele abordarse desde un punto de vista tan interesante por otros grupos andaluces y eso, sin dudas, les hace diferenciarse.
Tras publicar con Clifford Records, en 2020, su disco Tropical y Salvaje, un vinilo clásico con diez cortes a cuál más movido, no han sacado más trabajos al mercado hasta que Discos Bora Bora les ha incluido con el flexi “Ayahuasca” en esta colección tan peculiar que la tienda de discos está llevando a cabo dentro de su catálogo.
Ahora toca bailarlo, allí se bailó, y mucho, pero hay que seguir moviéndose en las salas para que esta normalidad que acabamos de recobrar siga teniendo sentido.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.