Los teloneros de Skunk Anansie siempre han sido bandas que el tiempo ha hecho grandes, que se lo pregunten a Muse. Esta vez no sería una excepción porque los australianos The Jezabels se marcaron una actuación de lujo.
Había ganas por volver a ver a la pantera de Brixton, no sin ciertos temores de que los años hubieran podido hacer perder fuelle a Skin y los suyos. Nada más lejos de la realidad: Como un huracán los primeros acordes de “The Skank Heads” pusieron la sala patas arriba, para dar paso a “I will break you” y “I believe in you” primeras muestras de “Black Traffic” su último trabajo.
Con tan solo tres temas estábamos casi sin respiración, todos menos Skin, que miraba felinamente al personal, para luego saltar, contonearse, gritar, sudar... Aquello seguía creciendo hasta que “Weak” llevó a Skin caminando sobre las manos y los hombros del público hasta el centro de la pista, para dejarse caer hacia atrás sobre una multitud enloquecida que la arrastraba de vuelta hacia el escenario mientras entonaba agudos sin despeinarse.
Comenzaban los cásicos, “Hedonism” volvía a ponernos los pelos de punta, “Secretly” o “Charlie big potato” para terminar con dos bloques de bises y la locura general de “Little baby swastika” con Skin entre el público poniendo a toda la sala de rodillas para terminar en un pogo infinito. El final, un acústico de “You save me” acabó de entregar nuestro alma a esta gran banda.
It's not Camus, whose protagonist knew full well he was gutily. I think it's the prototypical ideological situation where everyone is gutily of something, like Althusser's policeman interpellating you on the street. In that situation the prisoner who claims he is innocent is lying by definition. He might be innocent of that particular crime, but "Algo habre1 hecho" as we say in Spanish. (He must have done something, right?) Original sin? That's the ultimate branding of an ideological system on the subject. Or a Freudian perspective where everyone is gutily of the same unconscious desire.