Sir Joe Quarterman, vendiendo sus virtudes
Conciertos / Sir Joe Quarterman

Sir Joe Quarterman, vendiendo sus virtudes

6 / 10
Job Ledesma — 26-02-2011
Empresa — Salán Producciones
Sala — Cine Victor
Fotografía — Encarneviva

“Este cine me recuerda mucho al teatro Apollo de Nueva York”. Así da gusto empezar. Buen elogio de Sir Joe Quarterman, figura poco conocida del proto funky setentero, que cerraba gira española en el recuperado Cine Víctor de la capital tinerfeña.

Los recintos de toda la vida con esas decoraciones a lo Mad Men que curiosamente ahora están de moda tienen alma, o sea soul, o sea funky. Y la apuesta era sencilla con uno de esos estilos que gusta a niños (que los había) y abuelos, conservadores y renovadores. El funky mola y ya tiene que estar muy mal tocado para que no te entre.

Sir Joe se arropó en este salto europeo con el Jezebel Sextet, una efectiva banda londinense que demuestra algo que ya se sabía desde hace tiempo: los blanquitos británicos le tienen pillado el punto al estilo (ejemplo: Laura Vane). Instrumentales y con un groove de perfección digital en las introducciones previas a la irrupción de Sir Joe, el sexteto de Jezebel se mostró más cauto con el músico radicado en Washington DC sobre la tarima, dejando toda la fuerza en este caballero que ejerce de arquitecto de día y se transforma en soul man de noche.

El recital de Sir Joe Quarterman prometía free soul, o sea, la eclosión entre funky y jazz, y se quedó en muestras sudorosas de lo primero. Sir Joe, a pesar de su condición de entrada con poco texto y sin foto en la enciclopedia de la música negra, se desenvuelve bien sobre el escenario, tiene una voz amplia con mucho rollete pero algo corta en los agudos por estas cosas de la edad, y es un eficaz showman capaz de sacarte un vestuario imposible, de chaqueta roja brillante a ropa blanca nuclear con flecos. Apenas hizo uso de la trompeta, pero se marcó unos bailes terroríficos para un señor que supera los sesenta años. Sus dos sets, intercalados por un intermedio recibido con alborozo por los adictos a la nicotina, empezaron tranquilos de tempo y se fueron enciendo con los momentos más ardientes del repertorio Quarterman, un set list que contiene efluvios de Isaac Hayes cruzados con Sam & Dave, temazos de pelis blaxplotation y piezas raras para los deejays sabelotodos valedores del groove.

Noche divertida que cerró su éxito menor “So much trouble on my mind”, con The Jezebel Sextet vendiendo sus virtudes (y sus CD) y Sir Joe apelando a ese sentido del showbiz tan estadounidense sintetizado en “dale al público que ha pagado lo que quiere”, o sea baile sexy y mucho funky bien trazado.

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