Podrán pasar los años, los grupos y las modas, y SFDK seguirá llenado salas. Y por partida doble además. Así lo hicieron el pasado puente de San Isidro en Madrid, con dos llenazos en la sala La Riviera en vienes y en domingo, con los que demostraron que no sólo mantienen sus fieles sino que con cada disco ganan más adeptos a su causa. Siendo uno de los pocos grupos capaces de unir en su concierto dos generaciones, la de la gente que se enganchó al grupo hace veinte años y la que lo hace ahora. En sus conciertos hay veinteañeros y cuarentones. Vieja y nueva guardia. Gracias a un directo que es de lo mejor que hay en la escena rap nacional. Y es que SFDK es de esos grupos hechos para el concierto; Zatu transmite una presencia y una energía en el escenario de la que pocos raperos pueden fardar. Ni aun teniendo la mitad de años.
Quitando el error por parte de la sala por el que aún había gente en la cola cuando comenzó el concierto, los sevillanos no defraudaron en su visita la capital. Combinando canciones de su nuevo disco Inkebrantables con otras clásicas de su repertorio, teniendo que detenernos en "Pomba", una de las canciones del nuevo álbum que recupera ese rap de bombo y caja que hizo grande al grupo hace ya casi dos décadas, y en la que contó con la inestimable colaboración de Bejo sobre el escenario.
Y es que por momentos el concierto recordó a aquel del Viñarock de 2003 en el que Zatu regaló collarines al público para paliar los dolores que su rap provoca en el cuello. Y gran culpa de ello lo tuvieron canciones como “El Liricista en el Tejado” o “Yo Contra Todos”, referentes de un disco que cambió para siempre el sonido y el color del hiphop en España. Sin olvidarnos de “Chúpala”, otro himno generacional que desgraciadamente no contó con la presencia de Kase-O pero si de Legendario, ex miembro de Dogma Crew y corista habitual de Zatu. Y que nos hace recordar a El Largo y El Puto Loco, otros dos inolvidables coristas que tuvo SFDK en su día.
Porque un concierto de SFDK es un ejercicio de nostalgia constante, recordando viejas canciones como “De costa a costa” (canción creada en el año 2000 junto al inolvidable Ose de La Trama), “Cuélgalo”, “Está to feo”, “Niño güey” o “Malviviendo”. Pero con continuos acercamientos a la actualidad de la escena como fueron algunas de las colaboraciones que se pasaron en estos dos días por la Riviera como Sara Socas, Bejo y Lia Kali. Con especial mención para la catalana, quien pronto dominará la escena con su portentosa voz y a quien hay que reconocer el mérito de estar cantando por la tarde en el festival de Grimey x Palestina de Rivas Vaciamadrid y por la noche en La Riviera con su amigo Zatu.
También se dejó ver por allí Swan Fyahbwoy para cantar un par de colaboraciones. Y hubiese sido la guinda que un Sho-hai al que se veía entre el público se hubiese subido a cantar o que Natos y Waor hubiesen estado para dar vida a esa “Sin Ceros” que es de lo mejor de este "Inkebrantable". Pero no sirve pensar en lo que faltó, ya que el directo de SFDK tiene mucho que destacar, como esa nueva “Mambo” (con o sin Kaze) que es perfecta para poner una sala o un festival patas arriba. Así que pocos peros que poner a estos dos conciertos, con fallos técnicos de sonido puntuales, con los que Zatu y Óscar (no hay que restar ningún mérito al arquitecto del sonido del grupo) demostraron que no sólo son inkebrantables sino también, por el momento, inagotables.
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