Decadencia

La ilusión de ver una gira de estas características era muy alta, y por tanto quizás también las expectativas. Aborted cumplieron bien su papel y abrieron con una buena contundencia y una buena puesta en escena presentado su último disco “Retrogore”. A Soilwork les había perdido la pista, ya que su sonido ha ido cambiando mucho a lo largo de su trayectoria, y en su directo pasa lo mismo, del metal core van al stoner o al metal melódico y su propuesta no acaba de encajar en ningún sitio de mi cabeza. Con los Sepultura de Andreas Kisser y Paulo Jr. esperaba algo más de emoción, pero sus temas más recientes de su trabajo “Machine Messiah” no llegan a nada y en los clásicos como “Desperate Cry”, “Inner Self”, “Refuse/Resist” o “Arise” les faltan alma y otra guitarra. El porqué su buen cantante Derrick Green no coge la guitarra, es una incógnita total para mí.

El tema de Kreator es diferente. Siempre he disfrutado con ellos, son una banda fetiche en la vida de muchos fans del metal extremo, pero sus últimos cuatro discos han evolucionado a un riff fácil que se transporta a un directo algo aburrido con serpentinas, confeti y pistolas de gas freón innecesarias para una banda como ellos. Temas como “Phobia”, “ViolentRevolution” o ese gran “Extreme Agression” pasaron casi desapercibidos en la primera parte del show. Al público lo tienen entregado desde el primer segundo, pero ya no es la misma sensación de hace dos décadas. Tan solo al final del show, oír “Flag of Hate”, “Under the Guillotine” y “Pleasure to Kill” a esa velocidad exagerada que marcaba su thrash metal más clásico, es lo poco que nos dejó una buena sensación en el cuerpo. Mille Petrozza sabe cómo conseguir un buen show pero creo que la mayoría de fans de verdad de la banda, esta vez no comulgaron con la manera de llevarlo a cabo. Es una lástima, hace veinte años estoy seguro de que todos hubiésemos hecho lo imposible para ver un concierto de estos dos grupos, la próxima vez sintiéndolo mucho, lo pensaré un par de veces antes de ir.