Buenas y Santos
ConciertosSan San Festival

Buenas y Santos

8 / 10
Mara Gómez — 21-04-2025
Empresa — Sonde3
Fecha — 18 abril, 2025
Sala — Recinto de festivales de Benicàssim
Fotografía — Cedidas por la organización

Un año más, el SanSan ha inaugurado la temporada de festivales en España. Y un año más, no nos lo podíamos perder. También ha sido un festival de primeras veces: por fin Los Planetas en el cartel, después de diez ediciones intentándolo; por fin voces de la escena alternativa, como Ralphie Choo o TRISTÁN!; y por fin algo de acción medioambiental, con vasos reutilizables realmente reutilizados y permiso para traerte tu sándwich de casa (¡Detallazo!).

El festival de Benicàssim sigue siendo, por tanto, hogar de buenas vibras y público variado en edad y atuendos. Aunque lo de variado sigue sin llegar del todo en lo que concierne a la paridad de género. Dieciocho artistas masculinos pasaron por los escenarios principales. Mujeres, seis. Queda trabajo por hacer en el futuro al menos en este aspecto.

Jueves, 17 de abril de 2025

TRISTÁN! (& The Jazz Band Air)
El miembro del colectivo rusiaidk fue abriendo boca ante el público más joven (probablemente el propio artista también fue el más novel que se subió al escenario principal) del SanSan con su propuesta intimista. Chico tímido y corbata junto con la formación “The Jazz Band Air”, formada por figuras como Teo Planell y Roy Boyland, que le acompañó para culminar la atmósfera más parecida a un club de jazz que se podría conseguir en un macrofestival. Porque lo de TRISTÁN! es tan musical como visual, y consiguió que desde sus temas nuevos, como “Tutta la notte”, hasta la coreada “CELL” sonaran, y lucieran, de cine sin necesidad de grandes efectos ni excentricidades.

PIPIOLAS
Primer bolo del año para las chicas de “No hay un dios” (Elefant Records, 23), el disco que sacaron hace un par de años y siguen defendiendo entre coreografías desvergonzadas. Y es que eso es lo que hace a los conciertos de Pipiolas un pleno disfrute: que ellas lo disfrutan igual. Igual sus voces no estuvieron al máximo esplendor desde el inicio, pero la actitud y sentimiento que ponen Paula y Adriana cumplieron con el objetivo: bailar, bailar y bailar. Si por el dúo fuera, habrían subido a todo el público que reunieron a última hora de la tarde a esa tarima: gritar “Narciso” y “Semana del mono” todas juntas y ese “Todas las horas” que han convertido en el himno final.

SEN SENRA
Por la cantidad de veces que ha venido a este festival, casi lo podrían llamar San Senra, aunque eso no quita que fuimos todos a verle una vez más. El vigués este año ha optado por el minimalismo: sin banda, sin visuales más allá de una cámara apuntándole y… sin demasiado atractivo. Quizá es lo que corresponde a la fase de "PO2054AZ (Vol. II)", su último lanzamiento, centrado en el desarraigo y la introspección, aunque no pude evitar echar en falta un acompañamiento en directo, más allá de alguien “dando al play” a las bases de “Uno de eses gatos”. Aun así, el efecto hechizante que tienen sobre el público temas como “Ya no te hago falta” demuestran vale la pena seguir teniéndole en el radar.

RALPHIE CHOO
Había cierta expectación por el directo de Ralphie Choo después de su paso con pocos ánimos por el Axe Ceremonia (CDMX), donde afirmó no encontrarse en su mejor momento. En la hora y cuarto de este segundo miembro de rusiaidk en el SanSan, se olvidó de todos sus males y, entre fotos y vídeos absurdos y distópicos (memes de pingüinos, de Drake y de cualquier cosa post-internet art que se posara en esa mente creativa suya), hizo que a todos se les olvidaran los suyos. Tampoco nada sorprendente para quien ya le haya visto – alguna novedad con ritmos latinos en “Dolores” –: en su acertada línea de autotunes distorsionados mezcladas con la flauta travesera DRUMMIE y cuerdas en la banda. “VOYCONTODO” y su habitual “Kiss Cam” (hubo poco éxito romántico esta vez entre el público), las intensas “MAQUINA CULONA” y “VALENTINO” y un bis improvisado de “OMEGA”, su colaboración con Rosalía ante la negativa del público a marcharse.

LOS PLANETAS
El SanSan llevaba años esperando el aterrizaje de los granadinos a su cartel. Así que este concierto en el punto alto de la noche fue el regalo perfecto para la organización, para quienes traerles era “un sueño”, y para el amplio público que atrae Benicàssim. De viaje entre temas nostálgicos y la renovación de “Cumpleaños total” decoradas con la voz de Markusiano (Depresión Sonora) y con la de prácticamente todo el festival allí reunido y feliz.

CAROLINA DURANTE
Ver aparecer a Diego Ibáñez en muletas te hace pensar por un momento que es parte del set: un nuevo elemento de la oficina que montan en el escenario, alguna broma interna... Pero no. El cantante de Carolina Durante apareció recién lesionado de la rodilla con un par de muletas y mucha frustración. Acostumbrados a tenerle pegando brincos de un lado a otro durante las horas que dure el concierto, fue extraño verle quieto. Y más extraño resultó que el directo fue el más movido y especial del jueves. La energía de esos conciertos diminutos en sala la seguirán transmitiendo incluso en el recinto más abierto del mundo, porque gran parte de ella ocurre abajo, entre la gente. Había algo único y difícil de explicar entre el público de la noche que hizo gritar de rabia (“Aaaaaa#$!&”), de amor (“Colores”), de pena (“Verdes, Césped”) y de pura euforia de estar vivos. Con hamburguesas, fútbol, mi madre y estos chicos hasta el fin del mundo.

ALIZZZ
Es verdad que el último disco de Alizzz no rompió esquemas ni ofreció un sonido que volara la cabeza. Por eso me daba cierto miedo acercarse al de Castelldefels en plena madrugada. Y qué equivocada estaba. Los directos de Alizzz han ido creciendo con su propia valentía y presencia, y el jueves demostró que están en lo más alto. Llevó todos sus temas a su máximo esplendor, ofreciendo algo más rock que lo que te puedes encontrar en sus discos y que da ganas de intentar preservar de algún modo (como en un álbum de sus temas en vivo, por ejemplo…). Su acompañamiento fue de lujo sobre el escenario, con figuras como Ferrán Gisbert – su mano derecha en la producción y a la guitarra – y consiguió sacar a relucir desde la mítica “Ya no vales” hasta los destellos de ese nuevo “Conducción Temeraria”. Una buena reconciliación con el humo y alcohol del catalán.

Viernes, 18 de abril de 2025

SILOÉ
“Hoy es viernes de indulto”, anunciaban en el escenario principal para dar la bienvenida a la “Siloé religion”. Siloé es uno de esos directos que hay que vivir una vez en la vida, aunque sea por la curiosa experiencia de ser tratado de “usted” en pleno 2025. ¿Sabes cuando no debes arrancarte la costra de esa herida, pero igualmente lo haces? Algo así fue esto. Incómodo, sí, pero… uno no podía apartar la mirada del, ahora, trío vallisoletano (desde la incorporación oficial de Jacobo Betanzos a la batería). Una misión que no conseguirían de no ser por Fito (voz), a quien le deberían dar el carné oficial de “showman”: (muchas) palabrotas, (mucha, mucha) sombra de ojos, (muchos, demasiados) movimientos pélvicos, ni un rato quieto y hasta un striptease durante una versión de “Song 2” de Blur.

Siloé llevan más de una década en esto – así lo recordaron rememorando “El poder”, su primer tema – y aunque su ritual no es para todos los gustos, hay que admitirlo: saben ejecutar y conectar con el público. Y sí, los temas enganchan y son carne digna de festival: cualquiera se arranca a cantar desde “Sangre en las venas” hasta “Todos los besos” al primer o segundo verso. Algo digno de ver, insisto. Una vez en la vida.

ZAHARA
El premio a mejor puesta en escena del SanSan es para ella: desde una sesión de instrucciones de azafata sobre cómo sobrevivir, una “Feria cam” en “Caída libre” hasta… una cabina de baño portátil. Allí se encerró para celebrar su último disco, “Lento Ternura” (Sony / GOZZ, 2025) y cantar una intimísima, minimalista y dulce cover del “ZAHARA” de Judeline. Después de una visita a “Con las ganas” y el mayor (y único) discurso reivindicativo del festival, culminó con su plato más fuerte, si es que aún cabía, en forma de “Berlín U5”. Si hacen falta más pruebas de que el talento femenino podría ocupar más que un slot en los horarios, ya no sabemos cómo demostrarlas.

CLAIM
Mientras Hombres G hacían lo suyo en el principal, el escenario Calaverita servía como refugio en manos de CLAIM, un grupo de aún pocos oyentes mensuales pero una ilusión con más cifras que ningún otro. CLAIM tienen toques que nadan entre recuerdos a Xoel López y el pop más puro, al que llegaron a rendir homenaje con una divertida “Moriría por vos” de Amaral. Un buen regustillo para recibir la noche en Benicàssim y dar relevo en este segundo escenario a…

MAESTRO ESPADA
Ellos sería la definición de frescura de raíz, si es que el concepto existe. No podemos evitar presentarlos como los músicos de Guitarricadelafuente, aunque ya son merecedores de jugar únicamente con su propio nombre. Los hermanos Alejandro y Víctor tienen un sonido que no parece el más festivalero, pero engancha al que pase por su lado. Melancólicos y oscuros, no sé sabe cómo, consiguieron dar luz a cada uno de sus temas, con mención especial a la belleza de “Lirio”, al universo que crean con su percusión, a Raúl Frutos (Crudo Pimento) a la batería y a un largo etcétera. Hasta a la cover de “Maquillaje” de Mecano que se sacaron de la manga con maestría, nunca mejor dicho.

NIÑA POLACA
Nunca es fácil enfrentarse a un concierto a las dos y cuarto de la madrugada, y menos aun cuando eres el encargado de cantar y nada más salir te estampas contra el suelo de espaldas. Pero nada que Surma (voz) y los suyos no pudieran superar. Reinicio, vuelta al ruedo y a dejar afónicos a una pista del escenario principal prácticamente llena. Niña Polaca son ese grupo capaz de hacer que te pegues con tus colegas en el pogo y acto seguido provocar un arrebato de pura amistad por el que cantar abrazados durante un buen rato. Lo confirmo porque fui víctima de ello y no pude hacer mucho más que emocionarme y gritar ese “Mucho tiempo contigo” final.

El SanSan fue el festival donde, hace años, se estrenó este grupo variopinto (cada integrante iba vestido como si fueran a dar conciertos de estilos musicales completamente diferentes: desde pantalones de pijama hasta pañuelo de sherif casual) y decidieron devolverles el favor con todas las buenas: “Madrid sin ti”, “Ivona” o “Dolores Rayo” – por decir una de cada álbum – sonaban igual que si uno les da click en Spotify. Sin riesgos, pero sin fastidios. Por cierto, gran trabajo del diseñador del merchandising que, a juzgar por la plaga de camisetas con un “NIÑA POLACA” bien grande en el pecho, podría sobrevivir solo vendiendo en Benicàssim.

Sábado, 19 de abril de 2025

CARLOS ARES
El gallego arrancó este tercer y último día de SanSan – Las Dianas fueron pospuestas por problemas técnicos – y, probablemente, fuera quien se merezca la palma de la jornada. Si a alguien le podía sentar bien la ventisca que se levantó a última hora de la tarde fue a esta banda de look bohemio y pelo largo. Carlos Ares estrenaba set y demostró que ha conseguido llevar a otro nivel la esencia de Peregrino. Como una coreografía diseñada al milímetro y que se nota que ha sido ensayada y ensayada hasta la perfección, Ares y su grupo fueron brincando por sus temas ya clásicos como “Aquí Todavía” o “Velocidad” (con percusión de cacerola incluida) hasta las nuevas incorporaciones. Impresiona que el público podría cantar sin ninguna ayuda “Importante”, una canción inusual, sin estribillo y que requiere mucha memoria, y que alcanza la fuerza máxima en directo. También sonaron varios inéditos: entre ellos, una colaboración con la propia Begut (integrante de la banda) que promete un nuevo disco de diez.

AMAIA
Ni quince segundos del último acorde de “Páramo” y ya se escuchaba el galope de Amaia, saliendo al escenario con Tocotó. Golden hour, pista llena y poco más de una hora para bailar (y llorar). Este primer concierto fuera de salas tras la explosión de Si Abro Los Ojos No Es Real (Universal, 25) fue directo al grano y, para variar, un deleite. Se lamentaba ya tras la segunda canción, “Magia en Benidorm”, de lo “cortito” que iba a ser, así que se aseguró de agradecer cien veces a todos los que le escuchaban con sus “Jo, mil gracias”. Aun así, Amaia no renunció a su puesta en escena de escenario con doble piso, ni a esa banda de cuerdas, batería y teclado que se ha convertido en la envidia de todo músico.

No hay más que poner el oído en el público para ver que Amaia tiene don de música, pero sobre todo de gentes. Al final se disfrutan casi tanto sus ratillos de caos intentando colocar el arpa (el viento intentó pasarle una mala jugada) y sus gárgaras microfonadas como la propia interpretación. Las versiones brillantes de “Colorada” y “Santos que yo te pinte” (en colaboración con un silencio sepulcral en Benicàssim), la festivalera y coreadísima “Quedará en nuestra mente” y el tándem de “Fantasma” y “Despedida” dedicado a su abuela nos llevaron a la joya más preciada de la pamplonesa: “Tengo un pensamiento” puso finiquito a este atardecer. De una manera un poco abrupta, todo hay que decirlo. “¿Ni la música de los aplausos nos dejan poner?”, preguntaba apenada una Amaia a la que le cortaron a media frase el micrófono.

SIDONIE
No es ninguna sorpresa que Sidonie dominen el arte festivalero, aunque sigue dando gusto gozarse el verano del amor con Marc, Axel y Jes. El sonido del escenario Turia se podía afinar más: podrían haber dejado al público solito cantar algunas como “Fascinado” e incluso habría sonado mejor. Pero ¿cómo se les va a reprochar nada a estos tres más uno (Jordi Bastida a la guitarra) si se te ponen a tocar el sitar como te hacen equilibrismo sobre la valla del público o te hacen un striptease (el segundo en este festival) mientras no fallan ni una? Adelantaron alguna de su próximo disco, íntegramente en catalán, y se menearon hasta el suelo (“¡Los que podamos!”, decía Marc entre risas, consciente de la veteranía de su público) hasta hacer volar por los aires el SanSan con “Carreteras infinitas”. Si ya lo dicen ellos: “Levantaré a todo un festival // Que ahora toquen Lori Meyers // Que tengo ganas de bailar”.

LORI MEYERS
Pues dicho y hecho. El otro grupo por excelencia del festivaleo español tomó el relevo de sus colegas con una oferta más jugosa aún. “Me he quitado del alcohol”, proclamaba Noni posando con una Mahou en la mano. Con él pasa algo parecido que con Siloé: que no puedes apartar la vista. Aunque, en este caso, sin efectos secundarios chirriantes. Los de Granada tienen algo magnético: quizá que, aunque aún no seas conscientes, te las sabes todas o que, como Sidonie, han encontrado la fórmula perfecta y no la van a soltar. Tampoco hace falta. A veces vociferar “nananana” varias veces por canción es necesario, y con los Lori Meyers, un placer.

DELAPORTE
Sonará a cliché, pero si Delaporte fueron la guinda del pastel del festival, hay que decirlo. La madrugada del sábado y las ganas infinitas de botar – sumado al porcentaje elevado de trasnochados – fueron el colchón ideal para el tecno rico de Sandra y Sergi. Pero tecno rico con banda incluida, que es por lo que Delaporte sabe aún mejor. El dúo está en un momento de conexión máxima y eso hizo que este directo, que bien podría ser una clase de aerobic de gimnasio premium, cerrara la tanda (original) de conciertos del SanSan por todo lo alto. Digo original porque después de ellos, Las Dianas reaparecieron (recordemos que reubicaron su concierto de las 18 a las 3:30) como si no llevaran 12 horas en el recinto ansiosas por gritar lo que les jode, les jode, les jode.

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