Los días de mierda sirven para dos cosas, así, en plan general y sin venir a
cuento. Para quedarte en casa jodido haciendo audición de discos cortavenas, y
para salir a disfrutar como un loco de los pequeños placeres de
segunda opción, ayer me acercaba a ver a San Leon con muchas ganas y en muy
buena compañía. Menos mal lo de la compañía, porque sigo sin comprender el poco
público asistente al concierto. En fin. Algo apelotonados en el escenario de la
sala, arrancaron con un tema nuevo. Bien. Me encanta ver conciertos rodeado de
impagables tarados. Tarados capaces de acrobacias descriptivas como la que ayer
marcó la noche. ‘Rafa, este grupo ha pillado el atajo Albarn’ me comentaban a
mitad de concierto un amigo. Y bien mirado, así es durante momentos de un set
que suena a The Coral, Vampire Weekend, David Byrne e incluso Calexico. Pero
San Leon van más allá de un mero repaso de sus grupos favoritos, y suenan
reales. Dejando para el final “Boxes”, una de mis favoritas, los catalanes
fueron soltando piezas como “Cartagena”, “The Queen and the Gold Rush”, la
cantarina “Speed & Picasso”, “John Doe” o “Summer in India”, animando a un
público escaso, pero afortunado. Y
que el
expectativas, y por lo comentado con la “familia” allí congregada, las del
resto del público. San Leon no sólo tienen buenas canciones, sino que saben
llevarlas al directo con maestría.
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