Mejor cuanto más cerca
ConciertosRufus T. Firefly

Mejor cuanto más cerca

8 / 10
Raúl Julián — 06-03-2023
Empresa — Avalon
Fecha — 04 marzo, 2023
Sala — Avalon Café / Zamora
Fotografía — Raúl Julián

Rufus T. Firefly han tomado la honrosa decisión de girar por aquellas pequeñas salas en las que comenzaron una andadura que, con el tiempo, les ha llevado a actuar en recintos de dimensiones considerablemente mayores. Un logro consistente en haber alcanzado a un público amplio, que Víctor Cabezuelo y Julia Martín-Maestro han perpetrado manteniéndose siempre fieles a un libro de estilo complejo, elaborado y, desde luego, alejado de cualquier tipo de inmediatez. No es de extrañar, por tanto, que el veterano Avalon Café luciese el aspecto festivo de las grandes ocasiones, con todas las entradas vendidas desde hacía tiempo y un público ansioso por volver a disfrutar de la banda sobre un escenario que ya habían pisado con anterioridad en tres ocasiones.

El grupo venía con la reedición de ‘El largo mañana’ (Lago Naranja, 21) recién publicada y ofertó, en formato de quinteto adecuado a las dimensiones del local, un concierto con su habitual (y marcadísimo) aroma vintage colonizándolo todo. Una actuación de intensidad constante, por momentos casi asfixiante, con especial mención para las hipnóticas maneras de la propia Julia tras una batería conformada con partes analógicas y electrónicas. El encuentro derivó irremediablemente en experiencia inmersiva, tras entremezclar con idéntica naturalidad y generosidad dosis de psicodelia, rock progresivo, pedales y distorsiones, ínfulas setenteras, y hasta algún contundente ramalazo funky, en torno a una mixtura que, en manos de los madrileños, cobra vida propia y se erige con orgullo sobre sus mismas bases.

La formación desplegó con contundencia composiciones como “Magnolia”, “Un breve e insignificante momento en la breve e insignificante historia de la humanidad”, “Polvo de diamantes”, “Sé dónde van los patos cuando se congela el lago”, “Lafayette” o “Me has conocido en un momento extraño de mi vida”, hasta llegar al apoteósico final de “Río Wolf” extendido en consecuencia y que casi pudo entenderse como homenaje a Led Zeppelin. Rufus T. Firefly son un seguro y funcionan sobre cualquier gran escenario –de festival o sala de tamaño considerable–, pero es precisamente en las distancias cortas donde más se aprecia lo elaboradísimo de su creación. Un sinfín de capas de sonido concretando el directo incontestable de una banda que, simple y llanamente, es muy buena.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.