Tras dos años de parón por la pandemia, por fin pudo tener lugar la vigesimoséptima edición del Rototom Sunplash. El mayor festival de reggae de Europa trajo a algunos de los grandes nombres de la escena, además de alguna que otra sorpresa climatológica, por lo que esta edición de 2022 será difícil de olvidar
Tras más de 25 años celebrándose, sería difícil decir cuál ha sido la mejor edición del Rototom, pero sin duda esta de 2022 ha sido una de las más especiales y bonitas por muchas razones. La primera de ellas es que el festival llevaba más de dos años sin celebrarse, y eso conllevaba una inevitable pregunta: ¿se habrá olvidado o cansado la gente del Rototom? Las cifras nos dan una respuesta clara: más de 200.000 personas acudieron al festival y casi 3 millones disfrutaron de las retransmisiones vía streaming. Había muchas ganas de que el reggae (y sus derivados) volviese a Benicàssim.
Y es que el Rototom es mucho más que un festival donde ir a escuchar música e ir de fiesta, es una experiencia cultural donde aprender, participar y empaparte de valores para ayudar a crear un mundo un poco mejor. De hecho este año su lema era “We must change the world” y bajo esa consigna durante el día podías acudir a charlas y conferencias donde participaron personalidades como Baz Dreisinger, Boaventura De Sousa Santos, Inna Afinogenova y Joaquín Araujo. Además de poder disfrutar de la proyección de diversos documentales, probar comida de 40 países, visitar el mercado artesanal, ir al skate park,… resumiendo, que quien se aburre en el Rototom es porque quiere.
Y en lo musical, el cartel de esta edición traía grandes nombres fusionados con apuestas más arriesgadas y, como en todo festival, hubo aciertos y decepciones para todos los gustos. Grupos como The Dualers, La Dame Blanche, Mellow Mood u OBF fueron algunos de los que salieron consagrados de esta edición de Rototom gracias a propuestas novedosas y directos trabajados que arrancaron los aplausos de un público que necesita renovar sus referentes musicales. Y, en este aspecto, lo lógico hubiese sido que esta categoría la encabezase el grupo francés L´ Entourloop, quizá la actuación más esperada de este festival por gran parte del público gracias a su sobresaliente último disco, que tuvo que ser suspendida por el temporal de arena y viento del segundo día. Sin duda esta cancelación fue lo peor de esta edición de 2022 del Rototom, y aquí hay que reconocer la buena labor por parte de la organización del festival para desalojar a los asistentes y evitar otra tragedia como la del Medusa Fest. No así por parte de la Guardia Civil de Benicassim, más esforzada e interesada en multar a los asistentes que portaban estupefacientes que en ayudar al público a desalojar el recinto.
Superado el bajón por la suspensión de L´Entourloop (sobre todo por quienes no pudieron disfrutar de su colaboración sorpresa el día anterior en el escenario Dub Academy), hubo otros conciertos en el festival que habría que destacar. El primero de ellos fue el de Burning Spear, ya que la actuación del legendario cantante jamaicano era una de las espinas clavadas que tenía el festival desde hace años, tal como nos confesó su director Filipo en esta entrevista de hace 3 años. Spear fue el encargado de cerrar el festival en esta edición de 2022, la primera postpandémica, en la que también salieron por la puerta grande otros grandes artistas internacionales como Davido, Soom T, Max Romeo, Black Uhuru, Alborosie o MOrgan Heritage.
A nivel nacional hubo también varios artistas que mostraron su talento en Benicàssim con buen acierto y aplaudida respuesta del público en la mayoría de los casos. Desde otra arriesgada apuesta como La Mala Rodriguez pasando por Emeterians, GreenLight, Jahsta y Badalonians, con especial mención para dos pesos pesados como Iseo & Dodosound y Morodo, a los que hay que añadir otras propuestas también sorprendentes pero acertadas como Chill Mafia y Balkan Paradise Orchestra (acompañadas de Travis Birds, Tribade, Maruja Limón y Santa Salut). Juntos demostraron que el reggae en España, pese a necesitar nuevos nombres que le ayuden a crecer y evolucionar, goza de buena salud.
Y llegados este punto hay que hablar de la gran decepción del festival. Llegó al Rototom como una gran super estrella, sin permitir que su concierto fuese grabado, y cuando aún quedaba tiempo para el final de su actuación parte del público se marchó, sin entender porque Sean Paul se olvidó de que estaba en un festival de reggae y ofreció un concierto plenamente orientado al pop y al mainstream donde fue difícil incluso reconocer algunas de sus canciones más legendarias como ”Like Glue” y “Temperature”. En este festival además del reggae, otras ofertas musicales como el dub, el afrobeat y el dancehall tienen cabida tal como demostraron otros grupos, pero versionar canciones de Enrique Iglesias como hizo el bueno de Sean no es a lo que va uno a este festival.
Superado también este pequeño descoloque, el resto del festival pudo considerarse gran éxito tanto en números como en valores, ya que se mantuvo fiel a sí mismo y su ideario y el púbico respondió mejor incluso de lo esperado. Por él pasaron espectadores de más de 70 nacionales diferentes, dando al evento una rica e inigualable identidad multicultural. Rototom desprende colores, vida y naturaleza al tiempo que se preocupa del medio ambiente y el planeta, y eso es algo de lo que no pueden presumir todos los festivales. Es un evento de día en el que las familias pueden disfrutar de actividades acompañados de sus hijos o puedes ir a Solé, una carpa situada en plena playa donde pincharon autoridades como Miguel Caamaño, a disfrutar gratuitamente de música e ir calentando para unos conciertos nocturnos donde bailar con los mejores artistas reggae (y no tan reggae) internacionales. Y es capaz de convertir un modesto pueblo de playa como Benicàssim en una pequeña Jamaica donde la música y el respeto por la naturaleza son los verdaderos cabezas de cartel.
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