Íntima tradición
ConciertosRosalía

Íntima tradición

9 / 10
Alberto Bonilla — 03-03-2017
Empresa — Plan-B Music
Fecha — 02 marzo, 2017
Sala — Dabadaba, Donostia
Fotografía — Irene Mariscal

Rosalía y Raül Refree desembarcaban ayer en la sala Dabadaba para presentar "Los Ángeles" (Universal Music, 2017), el primer trabajo de la artista barcelonesa que sin disco editado ha conseguido estar en boca de todos durante meses. Quizás muchos se acercaron ayer a la sala donostiarra con un conocimiento superficial del trabajo de la que es la mitad de “Antes de morirme” o “Llámame más tarde”, varios de los hits del pasado año y que firmaba junto con C. Tangana; pero el hecho es que Rosalía ha firmado un álbum que marca un nuevo rumbo dentro de su breve y meteórica carrera y la sitúa como una artista con una abrumadora cantidad de registros. "Los Ángeles" es un trabajo intimista y evocador a partes iguales, un debut llamativo y contundente para una cantante que acumula tan sólo veintitrés primaveras, y que solo requiere de silencio y oídos abiertos para entender la magia que contiene.

La acumulación de sillas en las primeras filas del local denotaba el espíritu contemplativo de una actuación que dio comienzo con el sample de “Si tú supieras compañero”. El silencio respetuoso del público donostiarra servía de perfecta atmósfera para la voz susurrante de la artista que obvió la palabrería en exceso para dejar que la música y los precisos acordes de Raül envolvieran la estancia. “De plata”, por medio de un derroche vocal de nivel, acabó por convencer hasta al más escéptico, por si quedaba alguna duda de que lo de Rosalía no es flor de un día ni de una canción. “Nos quedamos solitos” y el single “Catalina” levantaron a la artista de su asiento para la interpretación de una pieza plagada de emoción, en la que la montaña rusa vocal y su juego con la guitarra convierten incluso la imperfección del directo en pura belleza. Creo que Miguel de Molina podría estar orgulloso del sentido final de la canción con ese “Apúnteme usted, señor escribano” a modo de fade out en el que guitarra y voz se derriten y mezclan en un solo recipiente. La muerte es el hilo conductor de ‘Los Ángeles’ y ésta se muestra claramente en interpretaciones como “Día 14 de abril”, “Que se muere que se muere” o “Por castigarme tan fuerte”, todas ellas envueltas de un enorme sentimiento pero respetando sin duda la potente tradición que albergan.

Quizás sea esto lo que más sorprenda en la actuación de Rosalía que, con enorme desparpajo y tranquilidad, muestra un background musical inusitado en alguien de su edad y que no procede de ninguna tradición familiar flamenca. “La hija de Juan Simón” de Antonio Molina, una de las grandes voces españolas, conformó un tándem perfecto junto a la interpretación extraordinaria de ese “I see a darkness” de Bonnie ‘Prince’ Billy que popularizó Johnny Cash. Y ahí es donde reside la idea del amplio recorrido que tiene Rosalía, con multitud de registros que navegan entre el flamenco, el pop y el R&b, pero que beben de un folclore en el que no hay barreras autoimpuestas. Noche de contemplación y placer auditivo en la sala Dabadaba con una actuación que tuvo un especial recuerdo para la artista cordobesa, Gata Cattana, recientemente fallecida.

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