Orgullo de raros
ConciertosRojuu

Orgullo de raros

7 / 10
Alberto Bonilla — 04-04-2022
Fecha — 31 marzo, 2022
Sala — Zentral
Fotografía — Javier Escorzo

Hubo un tiempo en el que muchos matamos la ansiedad adolescente con un reproductor MP3 repleto de canciones de My Chemical Romance, Fall Out Boy o The Red Jumpsuit Apparatus. Era en los primeros 2000 y la moda juvenil consistía en tintes llamativos, ropa oscura y pulseras de pinchos que se entremezclaban con el acné, la falta de sueño y una postura triste y perenne de alma en pena y hombros encogidos. Como toda moda, esa etapa predominante acabó desapareciendo para dar entrada a otra. Pero también podíamos prever que esos tiempos en los que la soledad y la incomprensión reinaban en el espíritu de los jóvenes acabarían reapareciendo cuando ya nadie se acordase de aquello. Unos quince años después aquí estamos, metidos en el bucle. Hablando de Niños Rata, depresiones, incomprensión, ídolos que no sabemos ni de dónde han salido, streamers, trap, emo, bases de makineta… Pudiera parecer que alguien ha retrasado o ha acelerado demasiado el reloj, pero no, simplemente el tiempo ha ido pasando sin que nos diéramos cuenta de que otros estaban empujando desde atrás.

Esos otros fueron los que reventaron los alrededores de Zentral para ver al enésimo icono surgido del que para muchos es el mundo real, es decir, el digital. Jóvenes adolescentes (se enseñaron tantas entradas como DNIs) que no llegaron a llenar la sala y estuvieron en muchos casos acompañados por sus progenitores ya que algunos no alcanzaban a contar los dieciséis. Poco importó la media entrada porque los decibelios e histerismo fueron protagonistas indiscutibles desde la aparición en el escenario del youtuber, dibujante, cantante, rapero, trapero, streamer, y no sé sabe cuántas cosas más, Rojuu.

Ataviado con un abrigo y gorro de orejeras que a muchos hizo temer un shock térmico, el barcelonés dio comienzo a su espectáculo con “Nezuko”, el tema más streameado de su último trabajo “Kor Kor Lake”. Buenas dosis de autotune, costumbrismo adolescente y bases tan sencillas como efectivas desfilaron por un escenario en el que el catalán estuvo acompañado de Elena Nieto (Yawners) y Markusiano y Gonzalo López (Depresión Sonora). Locura total para un joven respetable que acompañó cada una de las estrofas como si fueran clásicos de siempre. Mismo tempo y línea rítmica se sucedió en “Fantasía Placebo” con la que poco a poco Rojuu fue desgranando los, visto el recibimiento, incontestables hits de su último álbum. La suplicante “¿Cuánto tiempo nos queda?”, en la que la banda emergió entre tanto sonido pregrabado, y “Un paseo más”, la “Ya nada volverá a ser como antes” de estos tiempos, conformaron un primer tramo capitaneado por lo más reciente del artista.

Hecho el calentamiento y con la hinchada entregada, llegaron los saltos y coros con “Triángulo amoroso”, “Amor ácido” y “UMI”, tres de sus temas más reconocidos que cuentan con la colaboración de Carzé como denominador común. La conexión es mágica entre público y artista. Las letras de Rojuu golpean directamente en las vivencias y preocupaciones de unos jóvenes que no únicamente se encuentran enfrente de su cantante favorito sino de un ídolo generacional que ha ido gestándose en el DIY y que aglutina un gran abanico de estilos muy actuales en sus melodías. Nadie puede decir que “Muy Lind4” o “Ikari” sean joyas maestras de la lírica pero, tal y como se recibieron, representan de la mejor manera el sentir de muchos de los jóvenes de hoy.

Mención especial merece “Nana”, una canción que podría firmar New Limit o cualquier grupo de ‘cantaditas’ de los 90 y que es pura explosividad en directo. Mismo esquema y mismo éxito que en “100XRE A TU LADO”, que cumple a la perfección como música de feriantes o en una nueva reedición de los pitufos makineros. Ya con la fiesta total organizada en la sala, apareció Akira, fiel compañero del catalán y otro ídolo (?) de las redes, para arengar a una masa que tiró flores, camisetas, incluso ositos de peluche a un Rojuu al más puro estilo guardameta. El remix de la famosísima “#BrooklynBloodPop!” sirvió para encarar una recta final en la que “Tofu Delivery”, tema en colaboración con Orslok (“un gallego más hijo de puta que Rajoy o Franco…”), precedió a una technodubstep “Post velada” situada a conciencia para cerrar el setlist.

Viendo Rojuu que la masa demandaba más, pidió a unos Chill Mafia que se encontraban entre el público que subieran para disfrutar de nuevo de una “#BrooklynBloodPop!” que puso el remate a un directo difícil de definir y con algunos maduros acompañantes pidiendo la hora. Por lo visto, los emos jamás se extinguieron, solo se fueron a otro lado.

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