ROGER WATERS
ConciertosRoger Waters

ROGER WATERS

1 / 10
Redacción — 17-06-2002
Empresa — Palau Sant Jordi
Fotografía — Archivo

El que fuera miembro más genial de Pink Floyd se presentó con una banda compacta y compenetrada, un sonido espectacular, un inicio rompedor -marcado por la que para muchos es su obra cumbre (“The Wall”)- y aparentando sentirse muy cómodo sobre el escenario. De esta forma tan prometedora, temas de “The Final Cut”, “Animals”, “Wish You Were Here” (del que sólo omitieron un corte) e incluso una recuperada “Set The Controls...” de la época Syd Barret, completaron una primera parte brillante a la que nada se pudo reprochar. Tras el descanso, continuó la orgía floydiana con referencias al imprescindible “Dark Side Of The Moon”, pero pronto cambió el tercio con la reivindicación de los trabajos en solitario de Waters. ¿Flojean más de la cuenta las canciones de “The Pros And Cons Of...” o “Amused To Death”? Sinceramente uno piensa que no, pero no es menos cierto que en muchos momentos pareció venirles grande el recinto en el que fueron interpretadas. El montaje escénico (distante de la grandilocuencia Floyd a pesar de la pantalla gigante) y el desconocimiento general, jugaron en contra de pequeñas joyas como “Every Stranger´s Eyes”, provocando la división de opiniones y el descenso del calor ambiental. Antes de llegarse a las tres horas (descanso incluido), el retorno a los clásicos resucitó el entusiasmo, pero no impidió que la nueva “Flickering Flame” (sorprendentemente escogida como punto y final) desencantara de nuevo a los más críticos. Fue, resumiendo, un gran concierto, aunque no apto para todos los públicos.

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