Mucho más que 'Tuyo'

Rodrigo Amarante volvía a Madrid después de siete años para promocionar su notable segundo trabajo, “Drama”, que apareció el año pasado. No era cualquier cosa ya que Amarante es uno de los músicos más importantes de los últimos 25 años en esa potencia musical llamada Brasil, primero en los imprescindibles Los Hermanos y después en otras formaciones como Little Joy, una banda que formó junto al batería de los Strokes, la Orquestra Imperial o su propia carrera en solitario. Eso sí, por estos lares es conocido principalmente por ese 'Tuyo' que sirvió de sintonía de presentación de la serie 'Narcos'.

Y es que reducir una carrera como la suya a una única canción no tiene ningún sentido, sobre todo si ese alguien ha compuesto cosas como “A Flor”, “Sentimental”, “Ultimo Romance”, “O Vento” o “The Next Time Around”, aunque es evidente que la gran mayoría de la gente que estaba ayer en la Sala Mon de Madrid ya sabía todo esto y conocían toda su carrera. No en vano pagar casi 30 euros por un recital en el que el artista principal se presentaba desnudo, solo con su voz y su acústica, era para verdaderos fans de Amarante.

Comencemos por los pros de un concierto en el que el brasileño pasó con nota la prueba del algodón. Sus canciones llevadas a su esqueleto siguen sonando maravillosas, algo que demuestra lo gran compositor que es, tirando principalmente de sus dos discos en solitario, que son los que mejor se adaptan a este formato, principalmente el primero, “Cavalo”, que es el más despojado de adornos de los dos, lo que hace que canciones como “Irene”, “O Cometa” o “Nada em vão”, en la que contó con la complicidad del público cantando junto a él, suenen perfectas para este tipo de conciertos, con su tono melancólico de bossa nova.

Eso sí, mi favorito de los dos es el último, ““Drama”, del que también ha rescatado varias canciones como “Tara”, la irresistible “Tango”, que fue uno de los momentos más destacados del concierto, o “Maré”, que es una de sus mejores canciones en solitario, pero en la que se ha echado en falta sus maravillosos arreglos en el estudio. Del resto de su carrera ha recordado el "Evaporar" de Little Joy, la primera canción del concierto, la ineludible "Tuyo", que ha sido la más coreada, además de terminar con la simpática "Pode Ser" de su disco junto a la Orquestra Imperial, cuyo swing ha sido el único momento de todo el concierto en el que Amarante ha salido de su modo más melancólico e introspectivo.

Entre las contras, lo que menos me ha gustado es que no haya utilizado este concierto para reivindicar su glorioso pasado con Los Hermanos, una banda superlativa que, tristemente, es poco conocida en España, a pesar de ser uno de los mejores grupos del siglo XXI. También me hubiera gustado que, aprovechando este formato íntimo, lo hubiera utilizado para buscar la complicidad de la audiencia contando historias y presentando más las canciones. Es cierto que una vez se ponía a tocar y a cantar sí que lograba esa conexión, como el momento en el que la gente se ha puesto a hacerle los coros en "The Ribbon", pero, a pesar de parecer que estaba muy a gusto, ha sido poco comunicativo. También hubiera preferido que hubiera tocado un poco más de tiempo, aunque tampoco le puedo reprochar su amor por los Smiths que han sonado, y mucho, antes y después de su actuación. En definitiva, un concierto que no defraudó pero que supo a poco.

Antes de que apareciera Amarante dio un hipnótico concierto Naima Bock, con la ex Goat Girl transmutada en una especie de Joni Mitchell indie, jugando a la perfección con s voz, utilizando dos micros, uno normal y otro con el que conseguía un eco fantasmal.