Duda resuelta: el cambio de configuración para el Boreal con esto de los recortes y reducciones presupuestarias se saldó con gran éxito de público y de la propuesta creativa. Ni la ausencia de cabezas de cartel foráneos con tirón ni el traslado desde la preciosa ubicación en la zona costera de Los Silos al auditorio al aire libre del mismo municipio tinerfeño fueron lastres.
La acción del Boreal arrancó en su edición Off del viernes 21 de septiembre, en uno de esos marcos incomparables, el Ex Convento de San Francisco en Garachico. Noche más indie con la apuesta de ese Diego Hdez en permanente estado de gracia y la primera reflexión sobre lo complicado que es casar el espíritu festivo que irradia todo festival con las propuestas íntimas que dominaron la primera noche. Diego anda sobrado de sensibilidad, de capacidad instrumentística y vocal, y se sube a la grupa de sus bellísimas canciones para hacerlas inclusive mejores en directo, donde efectos en las cuerdas y en la voz dieron otros planos a los ya escuchados en el emocionante “Small Songs for New Beginings”. Con los interluidios pop y marcadamente femeninos de la DJ Eva Olvido, la noche siguió con Bel Bee Bee, que estrenó nueva y acertada banda de acompañamiento, apenas teclados y batería para arropar sus composiciones. El talento de este joven valor empieza a cobrar fuerza en canciones cada vez más acertadas y mejor ejecutadas, dentro de una persona que empieza a saberse artista y a la que solo le hace falta seleccionar aún más entre su torrente de creatividad para quedarse con lo totalmente superlativo y evitar lo obvio.
Cierre de la noche para Pumuky, (en la foto) también en proceso de remodelación tras cerrar banda y buscar nuevos mimbres para sus futuras aventuras musicales. Los hermanos Ramírez, Noé y Jaír, tiraron de bases programadas, interesantes inclusiones de teclados en apoyo de sus guitarras y voces, quizá algo sepultadas por la parte eléctrica. Bellas canciones indies cerraron la noche de la mano de Eva Olvido.
El plato fuerte de Boreal siempre es el sábado de acción. Talleres, charlas, batucadas y demás ofertas a lo largo del día en el precioso pueblo de Los Silos, para pasar a la música en horas nocturnas.
Arranque para Kali, nueva rapera con sello canario que tiene esa dualidad de frasear bien y cantar mejor, como una Azealia Banks en local. Precisamente le falta lo que tiene la sensación actual: más valentía en la parte musical que imprima mayor carácter a una propuesta que se estrenaba en directo y a la que es fácil aventurar un futuro vibrante. Eleband es una de esos grupos cien por cien Boreal: festivos y combativos, con amalgama de estilos entre el ska, lo cabaretero y lo jamaicano, lo bastante cuajado en directo, a pesar de la falta de temas con más impacto, como para poner a bailar a la cada vez mayor audiencia. Interludio de electrónica reciente para Juan Dorta DJ para dar paso a Qarta Feira. Hay una curiosa revolución brasileña en Tenerife articulada por festivales como el Tensamba, la impresionante cantidad de buenísimas batucadas y el constante nacimiento de nuevas bandas. Qarta Feira opta por un camino curioso más por el estilo del que hablamos que por el concepto: hacen versiones, pero salvo dos excepciones, apenas tiran del tópico turístico brasileño sino que se miran en Chico César y en otros referentes del Brasil actual. De nuevo objetivo conseguido: todo el recinto bailando, pero todo, todo. Interludio para Juana La Cubana, úsease, servidora, apostando por la neo electro verbena, y momento para el reverso rockero de Boreal: Ojalá Muchá culminando un verano intenso de varias actuaciones en su La Palma natal y la grabación de un nuevo disco. No se complicaron ante lo festivo del recinto: potencia y sin concesiones, lentitudes tan bellas como “Vengo” quedarán para mejores ocasiones. Tiraron de entrada de los nuevos temas de su disco, donde la inclusión de los teclados y de otros giros lanza guiños a una actitud más indie sin abandonar el rock con pegada. Banda seria y de esas que se conoce con un levantamiento de cejas, dejaron uno de los mejores directos que se les recuerda y consiguieron conectar con una audiencia que prefiere los elementos mestizos a los guitarreos. Interludio con la Intensa sesión de corte reggae pero muy abierta de miras e influencias para unos entusiastas y bailongos The Conqueror of People, para dar paso al cierre de fiesta con Las Ratas, en proceso de reinvención sin apenas mutar la propuesta. Lejanos quedan los tiempos de la efervescencia rock-rap, pero ellos no se bajan del burro; tampoco existe razón aparentes para ello. En directo, el front-three de Las Ratas sigue siendo una sudorosa y adiposa máquina de exhibición energética. Aunque todas las miradas se posan en Txowie, la cosa no tendría sentido sin Nasser y Boris, los otros dos vocalistas-animadores. En el Boreal lucieron nuevos temas, algunos más tranquilos, con mayor cantidad de arreglos y cambios, pero Las Ratas de siempre siguen ahí, incluso con el mejor sonido en directo de su carrera. Esteban Pérez fue un acertado fin de fiesta con su sesión de bombo multicultural.
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