RADIO BEMBA
ConciertosRadio Bemba

RADIO BEMBA

1 / 10
Redacción — 28-11-2000
Empresa — Faktoria D’Arts
Fotografía — Archivo

Si una cosa ha quedado clara desde que Manu Chao decidió instalar en Barcelona su cuartel general, es su total disposición a continuar manteniendo el control sobre su vida, buscando una libertad de actuación que desgraciadamente otros artistas no son capaces de crear y usar a su alrededor. Por otro lado también me parece importante señalar que la Ciudad Condal ha proporcionado a Manu la suficiente clandestinidad como para moverse a su total antojo. Para bien o para mal, es cierto que los barceloneses vamos bastante a nuestro rollo y nos mola eso de dejar y que nos dejen vivir. Naturalmente estas cosas siempre tienen una doble lectura y la ausencia de un método predecible, sumado al perfeccionismo consciente del autor y algún problemilla de índole familiar, ha originado unos cuantos retrasos en la publicación de ese anhelado nuevo disco “Estación Esperanza”. Mientras tanto, Manu ha seguido perfeccionando su puesta en escena, haciendo honor a su poco habitual método de trabajo. Por eso cuando descubrió la versatilidad y total disponibilidad de la sala Faktoría D’Arts de Terrassa (una de las mejores salas de Catalunya, por ambiente, programación y facilidad para montar historias) no se lo pensó dos veces, trasladando todos sus bártulos y acompañantes (bajo el nombre de Radio Bemba) para utilizarlo como local de ensayo diurno y como puesta en escena con público a lo largo de seis frenéticas noches empapadas en sudor. Un gigantesco banco de pruebas en el que Manu presentaba novedades con respecto a los pases que ya ofreció en esta misma sala hace unos meses. Por un lado contaba con la incorporación de Julio Lobos a los teclados (habitual colaborador de bandas como Smoking Stones o Sopa De Cabra) y una sección de vientos que lograban el efecto deseado, es decir dotar al sonido, no sólo de un mayor número de texturas, sino también de una mayor contundencia. Un aspecto, este último, imprescindible para los conciertos multitudinarios que, hasta el momento, tan sólo está ofreciendo a nuestros hermanos del otro lado del charco. En cuanto al repertorio poco que añadir a lo que ya presenciamos en sus anteriores pases, basados principalmente en ese frenético batiburrillo sonoro de las composiciones de “Casa Babylon” y “Clandestino”. Un punto de encuentro entre pasión, convicción y melodía perfecto.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.