La excepcional diferencia

El grupo madrileño presentó en directo su destacado nuevo disco Aniquilación (Mushroom Pillow, 2019), ante una repleta sala La Riviera que se entregó a la banda de principio a fin dentro del ciclo de conciertos Inverfest, que se prolongará hasta el próximo 14 de febrero.

Excepcional y diferente, redundante pero cierto. Así es todo lo que rodea a Los Punsetes, un grupo de amigos en edad madura que cuentan con una inmaculada discografía de cinco álbumes a sus espaldas en la que desarrollan a la perfección un estilo propio bañado en brillantes y guitarreras melodías pop y letras afiladas y sarcásticas, cargadas de costumbrismo sincero. Si a todo esto le sumas la particular forma de cantar –y actuar- de su vocalista Ariadna, estás más cerca de alcanzar la excepcionalidad que hablábamos al principio.

En el concierto del pasado sábado, Los Punsetes supieron alternar con acierto las canciones de su último trabajo, protagonistas en el primer tramo de concierto, con las de sus anteriores discos, en una actuación que no dio tregua ni descanso hasta bien avanzada la noche. Así, y sin presentación alguna –como suele ser habitual- sonaron sin pausa temas como Ella nunca me aceptó en Facebook, Oro o Vas hablando mal de mí, uno de esos nuevos cortes con aire a clásico contemporáneo tras solo unos meses de vida.

Y ese, obviamente, es otro de los méritos de la banda. Su capacidad para crear éxitos pop instantáneos de escasos tres minutos, los eleva a la máxima potencia en noches como la del viernes, donde no había respiro y cualquier atisbo de relajación en el bolo se tornaba en un nuevo pico de intensidad. Este fue el caso de la maravillosamente enrevesada Mabuse y uno de sus primeros bombazos, Dos policías, tras un primer gran bloque donde interpretaron principalmente su reciente y aclamado largo Aniquilación (2019), con temas como Atraco perfecto, Idiota o Lo dejo, antes de cerrar con la definitoria distorsión de Estela plateada.

Tras una breve pausa y el cambio de atuendo de su vocalista –crucifijo, bigote y barba incluidos-, el show se fue dirigiendo poco a poco hacia un éxtasis final plagado de sorpresas y alboroto generalizado de una sala repleta que no se cansó de corear cada uno de los temas punseteros. Antes de todo esto, y gracias al notable sonido que les acompañó durante toda su actuación, Estrella distante, de su anterior LP Viva (2017), sirvió como bisagra entre uno y otro mundo, entre uno de sus temas más sobrios y sofisticados y la irreverencia y acidez más auténtica del quinteto madrileño.

El atracón final nos deparó un Arsenal de excusas previamente salpimentado por una Opinión de mierda sobre Tu puto grupo y Me gusta que me pegues. Sarcasmo extremo, crítica social, denuncia y sobredosis de autodestrucción personal: una muestra perfecta del magistral catálogo con el que cuentan Los Punsetes en su ya extenso repertorio.

La cotidianeidad de sus mensajes se mezcla en ciertas ocasiones con la excentricidad de temas como Maricas, de su primer disco, que contó con la inestimable colaboración de Joe Crepúsculo sobre el escenario. Como si de la noche y el día se tratara, Crepus saltaba y se agitaba a la vera de una Ariadna impasible durante más de noventa minutos de concierto –que meritazo el suyo-. Una persona sospechosa, joya de la nueva corona y radiografía dolorosa de la hipocresía social que nos persigue fue el preludio del climax final alcanzado con Tus amigos, otro de esos grandes éxitos imperecederos, en esta ocasión acompañados por un siempre exaltado Diego Ibañez (Carolina Durante), que clamaba sobre los últimos acortes “Los Punsetes es el mejor grupo de España”.

Seguramente no lo sean, pero desde luego que Los Punsetes han conseguido hacerse un gran hueco en la escena independiente de nuestro país. Sin hacer mucho ruido, con naturalidad y trabajo han conseguido labrarse un camino que cuenta con el favor de la crítica, y cada vez más del público. Un ejemplo más de la gran cosecha de grupos que está creciendo en estas tierras, pero no lo olvidéis: un ejemplo excepcional y diferente.