A estas alturas de la película no hace falta recordar ni el currículum ni la excelente labor que los de Bristol labraron junto a Portishead por expandir el trip hop hacía los oídos de medio mundo. Anoche, con motivo de su concierto inaugural en Sónar (el sábado volverán a repetir el mismo guión ante el público), volvieron a demostrar su intachable profesionalidad. Pero eso no quita que, muy a nuestro pesar, volvieran a caer en los mismos lugares comunes que hemos visto hasta la saciedad en sus visitas previas. Aterrizaban en Barcelona advirtiéndonos de que para la ocasión traerían un nuevo espectáculo audiovisual de lo más apoteósico que tenía que quedarse grabado en nuestras retinas. Y nos han mentido, para qué engañarnos. Quien les haya visto con anterioridad volverá a toparse con un austero juego de luces y leds que nuevamente muestran titulares de la prensa escrita en catalán (en “Inertia Creeps”) o una catarata de cifras de la industria armamentística (“Girl I Love You”), por citar tan sólo un par de ejemplos. La innovación en su puesta en escena brilla por su ausencia.
Les costó arrancar y empatizar con su público en un primer tramo de lo más gélido donde, entre otras, sonaron “Risington” o “Paradise Circus”. Aunque todo cambió cuando se dispusieron a interpretar algunas de sus joyas de la corona. Desde que sonó “Future Proof” (con un Robert del Naja endemoniado entre luces rojas) el concierto se creció descaradamente. Martina Topley-Bird, quien cada día más se parece a Neneh Cherry, se llevó la primera gran ovación de la noche tras interpretar una “Teardrop” que sigue sonando igual de emocionante que el primer día (ya al final bordó “Unfinished Sympathy”). Y lo mismo puede decirse del veterano Horace Andy al frente de “Angel”, que consiguió erizarnos los pelos en una catarsis auditiva de altos vuelos. Por muy irregular que fuera la primera media hora, al menos, supieron sobreponerse al sopor con una auténtica artillería pesada de éxitos pasados. Sabor agridulce en términos generales, sí, pero podríamos achacarlo al hecho de que aún necesitan pasear mucho más su recién estrenado espectáculo sobre los escenarios.
¿Tú a que concierto fuiste? Criticar por criticar el deporte favorito de los españoles. El concierto (que por cierto duro casi 2 horas) tuve partes diferentes y si arrancaron con temas suaves, lo cual no significa que sea malo, para luego tener otra parte muy movida. Tu artículo si que es gélido
pienso lo mismo....una cosa es que el inicio fuese light pero lo dieron todo....
Compañeros comentaristas, aunque nos emocione volver a oír ciertos temazos, el sonido era pésimo y el bolo fue flojo de cojones para ser quien son. Lo de ayer no fue más que una versión descafeinada de su visita de 2010 (sb todo en punch político). Mal que os pese.
Coincideixo amb el primer comentari. Cert que van arrencar amb temes suaus i algun de fluix de la seua discografia; també el so, fins al cinquè o sisè tema no fou el desitjable. Però a partir d'aquí varen saber combinar la contundència amb la delicadesa. S'esperava més dels visuals. Però bon bolo.
Si, 2 horas de concierto de las cuales media hora se fue en parones entre canción y canción. Ritmo de concierto muy flojo. pasta ser quienes son.