Este fue el momento del primer triunfo real de Modelo de Respuesta Polar. Saben que han grabado un buen disco aunque sea un conjunto de canciones jodidas, pero eso tiene fácil arreglo: se cierran los ojos y se toca para adentro, ignorando al público hasta que haya fuerza para mirarlos a la cara mientras van desvelando el fondo del pozo del corazón.
Y después de cada canción, una ovación, y Borja Mompó levanta los ojos para dar las gracias pero se le retuerce la garganta y se le escurren los ojos. Nos tiene a su merced, empezamos a corear bajito pero se nota, el grupo lo nota y se permiten miradas entre ellos. ¿Cómo debe ser estar en su piel ahora mismo? En la primera presentación de “El cariño” han comprobado in situ que ahora mismo pueden llegar a parecerse a Standstill, a Tindersticks o a Nick Cave, y que pueden moldearse como decidan. Aún no han cometido errores, y pueden estar llamados a ser muy grandes, solo dependen de la serenidad con la que canalicen esa ilusión que los desborda.
Se fueron soltando poco a poco hasta que nos miraron a los ojos, muertos de nervios, pero se atrevieron a hacerlo. Hay inicios de gira mucho más caros que no consiguen la precisión quirúrgica de “Miedo”. Ahora bien, nos vemos en unos meses o un año, a ver si, tanto el grupo como el país, son capaces de entenderse. Aquí hay chicha, así que tengan cintura, todos.
Cómo se nota cuando la crónica la hace un colega...
Cómo se nota que no estuviste...