Oasis musical
ConciertosPim Pam Ville

Oasis musical

8 / 10
Alberto Bonilla — 10-09-2020
Fecha — 04 septiembre, 2020
Fotografía — Javier Escorzo

Aunque nos han querido contar que no son buenos tiempos para los conciertos de pop y rock, Pamplona ha sido este verano un oasis en el que poder respirar y descansar de la asfixia constante que viene sufriendo el ámbito de la cultura desde que se desató la pandemia. A iniciativas como Flamenco On Fire o Salas de música en la calle, se ha unido también a este cierre atípico de temporada el asentado Pim Pam Ville! con uno de los carteles más ambiciosos de sus ya cuatro ediciones. Cambiando la localización hacia un espacio más abierto, seguro y amplio como es la Ciudadela de Pamplona, Nébula Producciones, con la colaboración del ayuntamiento de la ciudad, nos ha regalado dos jornadas de música en vivo con actuaciones de postín como las de Hinds, The Limboos, Melenas o Exnovios.

Exnovios por Javier Escorzo

Estos últimos fueron los encargados de abrir el festival tras la caída en el cartel de los vigueses Bifannah casi en el tiempo de descuento. Exnovios, jugando en casa y ante su público más afín, desplegaron su arsenal de melodías pop con canciones como “Magia eterna”, “Llévame a casa” o “Te espero al final”, que consiguieron animar en el amanecer del festival y dejaron claro que la afinidad entre sus miembros viene de serie aunque el aviso les llegase a última hora. La alegremente decadente “Quizás”, el ritmo progresivo de “Magia blanca” y el explosivo final con “Vete si no bebes” fueron la mejor entrée para una tarde de traseros inquietos en las sillas de la Ciudadela. Tras ello, la apuesta de J’aime, proyecto de Jaime Cristóbal (Souvenir), relajó un poco los ánimos del inicio por medio de canciones como “700.000 records”, single de presentación de su trabajo ‘Love and squalor’, o las colaborativas “Toutes les femmes et aucune”, de espíritu country, y “Tell me not to weep”, que cuentan con la voz de Patricia de la Fuente tanto en estudio como en directo. Fue un impás de una hora de relajación en pleno atardecer pamplonés que mostró las cualidades de esta nueva aventura musical publicada a pocos días de la dichosa pandemia.

J'aime por Javier Escorzo

Tomando el relevo, Pelo Mono, el dúo compuesto por los enmascarados Antonio García y Pedro de Dios (Guadalupe Plata), pusieron la nota discordante de la tarde. Y no, no fue por un errático directo sino por el cambio de registro musical del que disfrutó el respetable. A base de percusiones y guitarra, sin una voz que acompañe, desentrañaron de forma esencial su reciente último trabajo ‘Gibraltar’ que reúne composiciones que van desde el rock and roll, pasando por el surf, e incluso homenajeando a los clásicos como en esa “Malagueña (para Jaén)”.

The Limboos por Javier Escorzo

Haciendo ruido y con bien de distorsión, dejaron un buen sabor de boca, o de al menos haber sido partícipes de algo diferente en las murallas de la Ciudadela. Como cierre de la primera jornada, The Limboos, apuesta segura, y si se puede decir, cabeza de cartel del primer día, arrancaron a algún animado o inconsciente –según se mire- de su asiento por medio de un concierto enérgico y copado de melodías bailables como “I don’t buy it”, “Big shot” o “Space mambo”.

Serpiente por Javier Escorzo

Ya en sábado, abrieron la jornada las bilbaínas Serpiente, aunque por problemas de agenda no pudimos disfrutarlas como hubiésemos querido. Pero tras ellas, tomó las riendas la banda granadina-sevillana Adiós Amores, que con tan solo dos singles en las plataformas de streaming, ya han conseguido llamar la atención de la crítica musical gracias a su pop naíf y su desparpajo. En su tercer concierto como formación, dieron a conocer algunas nuevas melodías como “Doce navajas” o “Mentiras”, que previamente había gozado de un título que, sin duda, consideramos mejor. También sonaron “La fuente” y “Charlotte” que demostraron hasta donde es capaz de llegar el fenómeno con parte del público tarareando en mayor o menor medida las pegadizas e incisivas melodías del dúo que por el momento han dado a conocer. Como cierre a un directo que no iba a durar mucho más (“acabamos de empezar, no vamos a tener veinte canciones”), la versión de “Hay que vivir la vida” de Elia y Elizabeth que dejó un regusto optimista y esperanzador para encarar la recta final del festival.

Adiós Amores por Javier Escorzo

En esa creciente euforia desembarcaron las navarras Melenas que venían a presentar su casi profético ‘Días raros’. La imponente batería de Lauri ya auguraba un bullicioso directo en el que se pudieron disfrutar algunos de sus temas más asentados como “Cartel de neón” o “Ya no me importa” a la vez que se pudo saborear el sonido de nuevas composiciones como “No puedo pensar”, “3 segundos” o “Primer tiempo”, que apuntan a fijas en un repertorio cada vez más compacto y completo repleto de puñales melódicos. A pesar del confinamiento, la buena sintonía entre ellas en el escenario se notó sin que ninguna parte del repertorio, ni siquiera lo más novedoso, se resintiera, demostrando que si el virus lo permite están para salir de gira.

Melenas por Javier Escorzo

Y como plato fuerte del último día, del cierre, y del festival en definitiva, Hinds. Cuatro años después de su actuación en el propio Nébula de Pamplona, las cosas han cambiado muchísimo para ellas. Convertidas en una de las bandas españolas más internacionales, el cuarteto madrileño venían a presentarnos su último trabajo ‘The prettiest curse’ tras muchos meses sin poder actuar e “ilusionadas” por poder hacerlo presentando sus nuevas canciones. Para su desengrase abrieron con “Riding solo” y “Just like kids” de su álbum más reciente, sonando algo desacompasadas pero con la actitud de quien se sabe con la capacidad de enmendarse. Tras ellas, prosiguieron su actuación con algunos de los temas más seguros de su discografía como “Garden” o “Easy” antes de emprender de nuevo un repaso a la frescura de canciones como “Come back and love me” o “Good bad times” que, sin duda, se ha convertido en uno de los grandes hits de este año de encierro. “The club”, su tema más popularizado, y una “Boys” dedicada a Paloma, una fan con diferentes cancelaciones a cuestas, cerraron un show alegre, divertido, algo irregular, pero, en definitiva, pura música en vivo que ya la quisieran para sí en tantos otros lugares. Nos aprietan pero no nos ahogan.

Hinds por Javier Escorzo

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