Peach Pit, uno de esos grupos que seguramente no conocías, pero deberías. De esos que escuchando sus canciones meneas la cabeza sin querer. Dabadaba no falla, y una vez más lo hicieron, consiguieron que el público donostiarra, y también extranjero en gran parte, más inquieto se acercara a ver a los canadienses en su primera visita a nuestro país, llevándose, seguramente, la sorpresa de la semana. Y como novedad, los que no salieron de casa pudieron verlo en Streaming. ¡Viva el I+D!
“¡Hola!” exclamó el vocalista, Neil Smith, antes de empezar la música y añadió que hasta ahí llegaba su español. Seguidamente relató la primera de las anécdotas de la gira y arrancaron con “Drop The Guillotine”. Poniendo al público en movimiento. Durante una hora que realmente se pasó volando los de Vancouver subieron y bajaron la intensidad como si llevaran haciéndolo desde que nacieron. Provistos de una gran sección rítmica, con un batería de increíble pegada y unas líneas de bajo hipnóticas. Aprovechando los momentos entre canciones Neil, en labor de indiscutible frontman, contó otras cuantas historias de la vida de gira e incluso saludó a su madre, que estaba disfrutando del show desde su casa al otro lado del océano vía streaming. Habrá quien diga, y con razón, que en los conciertos es mejor menos cháchara y más música. Pero cuando se tiene la capacidad de hablar enganchando en vez de aburriendo, es un recurso bien aprovechado.
Al sonar los acordes de su hit “Seventeen” la sala se vino arriba. Tal vez porque la mayoría había visto ese curioso videoclip con Neil y su particular baile. Baile que no dudó en practicar en mitad de alguna canción, quitándose la guitarra de encima. Finalmente, después de este momento cumbre y tras vacilar bajándose del escenario, tocaron las dos últimas canciones de la noche. Cerrando con una versión de "Johnny B Goode" en homenaje a Chuck Berry. Es probable que estos chicos no sean la revolución del rock. Pero si pasan por tu barrio, no te quedes sin verlos, te lo pasarás bien.
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