El ciclo de conciertos MW Presenta acercó a la sala El Sol de Madrid a tres de los muchos proyectos que actuarán en la próxima edición del festival andaluz Monkey Week. Los elegidos para la cita fueron RomeroMartín, Le Parody y Bronquio, un cartel con bastantes puntos en común, como el hecho de que los tres se expresen a través de la música electrónica fusionada con el flamenco o el folk.
Los primeros en arrancar fueron RomeroMartín, proyecto formado por el cantante gaditano Alvaro Romero y el productor malagueño Toni Martín, un par de aventureros que siguen un poco la onda de Los Voluble y Niño de Elche con una base más electrónica. El show que presentaron fue breve, pero les valió para meterse a todo el mundo en el bolsillo gracias a la buena voz de Alvaro y su carisma sobre el escenario. Uno de los puntos fuertes fue un poema musicado del poeta homosexual chileno Pedro Lemebel, con una letra arrebatadora y una música cercana a la de unos Massive Attack más conceptuales.
Tras ellos llegó uno de los platos fuertes de la noche: el show de Le Parody, que venía con un disco publicado recientemente, el excelente “Porvenir” (Le Parody/Gran Sol, 19), en el que se nota su paso del minimalismo de sus inicios a un maximalismo en forma de ritmos contundentes y bailables y ambientes retrofuturistas que a veces recordaban a algunas producciones del malogrado Andrew Weatherall, con ese toque folk que da su voz y sus letras. Arrancó con un maravilloso “Europa”, de su último disco, y en poco menos de una hora se dedicó a hacernos bailar y disfrutar con su propuesta, que no ha dejado de evolucionar y que pide a gritos ser vista en salas más grandes y con un sonido más orientado hacia la música que practica.
Para cerrar el lote e irse a casa con buen sabor de boca, nada mejor que el show del jerezano Santiago Gonzalo aka Bronquio, un productor que ha pasado del anonimato a producir a Kiko Veneno y hacer temas con lo más granado del trap nacional y hasta con Carlangas de Novedades Carminha. El porqué de este reciente éxito se debe sobre todo a la alta calidad de sus producciones y a un arte que se le escapa por todos los poros. En este show se dedicó a abrir con una intro que recordaba a un Aphex Twin más orientado al EDM y a los breaks, para ir pasando luego a unas reconstrucciones de sus éxitos que navegaban por casi todos los estilos posibles de la música electrónica, sonando por momentos a The Prodigy y al segundo siguiente a unos Modeselektor que se van de marcha con Skrillex, algo que sobre el papel puede sonar algo manido, pero que es altamente disfrutable como público y que, al igual que en el caso de Le Parody, pide a gritos ser disfrutado a altas horas de la madrugada y con un sound system más potente.
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