Con la que está cayendo Ojeando afrontaba la primera edición en la que el público tenía que pasar por taquilla para acceder al escenario principal. Dura prueba que se saldó colgando el cartel de no hay entradas a pocas horas de iniciarse esta sexta edición. Cierto es que el precio del abono, 15 euros, era verdaderamente de saldo teniendo en cuenta el cartel de este año con bandas con el tirón de Love Of Lesbian.
Otro año más este idílico pueblo blanco de calles sinuosas y rampas alpinas fue invadido por las hordas indies que acoplaron sus coches como un tetris y se dejaron caer hasta completar una marea humana que transitó sin problemas aparentes de organización. Únicamente, objetar los horarios de los autobuses desde el festival hasta los hoteles concertados con éste, puesto que estaban previstos en momentos álgidos de la noche, y cualquier desfase en los horarios te privaba del último concierto programado.
La primera parada en la Plaza, escenario frente con frente con la iglesia donde las canciones de raíces folkies de The Wives obtuvieron un cálido recibimiento por parte del numeroso público repartido entre veladores, quienes tampoco se resistieron a Modo Bélica, una de las bandas seleccionadas en el concurso de nuevos talentos y que dejaron muy buen sabor de boca con temas de su primera grabación como "Fingiendo". A continuación, Santos de Goma, se convirtieron en el pequeño gran aperitivo de la noche (que no podría haber empezado mejor), pero en una programación tan amplia debes elegir, o de lo contrario terminas no viendo nada, así que rastree el escenario principal, en el que Stone Pillow y su propuesta melódica de guitarreos infinitos inauguró el escenario Patio y erigiéndose para muchos como la sorpresa de la noche. Impecable como de costumbre la voz de Sean Frutos, alma máter de Second (en la foto), que en envidiable buena forma trepó por las estructuras del escenario para lanzar bombazos como "Muérdeme", "Psicopático" y "El eterno aspirante". Muy buena la puesta en escena de luces que acompañó a los murcianos en todo el concierto.
Niños Mutantes llegaban a Ojén como una de las bandas en mejor momento del panorama nacional, y así lo demostraron con solidez en el escenario y un repertorio trufado de perlas de ayer y hoy. Esto es "El Miedo" ,"Caerán los bancos" o "Hundir la flota" que se entremezclan, con ese sonido crujiente que les caracteriza, con hits de otros tiempos como "Veneno Polen" o "Errantes", esta última sigue siendo el momento mutante de cada actuación de los granadinos. El Columpio Asesino llegaron a Ojén con sus flamantes premios Ufi bajo el brazo y una actuación de crestas y valles que remacharon con "Toro" para poner el patio del colegio como en hora punta del recreo. Fiesta a parte, destacaron "Perlas", "Diamantes" o "Floto". La multitud rompió filas para bailar sin prejuicios con las remezclas (Justice, Beyonce...) del colectivo Disco Mordisco.
Durante la segunda jornada, me decanté por el escenario Patio -error, porque me soplaron que el concierto de Dame de Comer en la plaza fue de lo mejor de la noche- allí abrieron los malagueños La Cena, quienes defendieron su propuesta de pop-rock atemporal con el oficio que les caracteriza y que les ha llevado a ser una de nuestras bandas demoscópicas de 2012. Zahara volvió a demostrar el tesón con el que afronta cada actuación arrancando nada menos que con "América" de Nino Bravo. Simpática y cercana supo ganarse al público desde el primer momento. Mucho más cañera de lo que se la esperaba derrochó ganas, atmósfera, energía temas como "En la habitación", "La mujer mayúscula y el mar", o "Tú me llevas". Llegó el momento más esperado del fin de semana y es que el fenómeno de Love Of Lesbian ya merece un estudio sociológico a parte para el que no hay espacio en esta crónica. En el patio no cabía un alma, publico variado y entregado a una causa, las canciones de Balmes y compañía que penetran en sus fans de forma casi mesiánica. Los catalanes, siempre generososos, se vaciaron en un concierto de más de dos horas donde presentaron varios temas de su nuevo trabajo ("Los seres únicos", "Si tú me dices Ben yo te digo Affleck", "667"...), y como siempre hubo de todo, inluído el momento en el que Santi se marcó un sketch protagonizado por un sujetador lanzado al escenario, una chica bilbaína que debía ser su dueña y el tema"Incendios de nieve". Broche de oro con "Algunas plantas", cuyos movimientos epilépticos han creado escuela.
El colegio rugió al contorneo de los primeros pasos que Nita de Fuel Fandango dio sobre sus plateadas plataformas. Aunque con un comienzo titubeante el concierto se vino arriba a medida que la cordobesa, todo un torbellino pese a llevar a cuestas más de cien conciertos en el último año, hacía gala de su virtuosa voz en temas ya reconocibles para le gran público como "The Engine", "Monkey" y sobre todo "Shiny Soul". Disco Mordisco remataron de nuevo la noche y hasta las claras del día.
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