Obituary, militancia jevi

La fidelidad y la militancia del público jevi son tan generosas que, por grandes que sean los cabezas de cartel, pocas veces un telonero del género tocará para una sala vacia. Así, la sala ya albergaba casi la mitad del aforo con los primeros en salir, Exquisite Pus, y para cuando aparecieron los siguientes, Avulsed, el contenido cubría las tres cuartas partes del continente. Ninguno de los dos son gran cosa, pero ambos cumplieron su labor de calentar al personal, sobre todo Avulsed, veteranos del género, que entretuvieron al respetable con himnos como "Exorcismo vaginal". Pero, por supuesto, fueron  Obituary, ante un recinto prácticamente lleno, quienes impartieron una lección magistral de death metal de primerísima calidad. Los pioneros de cualquier estilo musical, lo son porque imponen  los clichés definitorios del mismo (los que luego reproducen con mayor o menor fidelidad los imitadores), pero al mismo tiempo es el bagaje previo arrastrado, lo que los dota del brillo que los hace perdurar. Y esa es la diferencia que marca un grupo como Obituary frente a sus émulos. Manteniéndose sorprendentemente fieles a los parámetros con los que iniciaron su andadura (en 1983), y aún en una parcela tan limitada como el death (etiqueta de la que fueron co-creadores), Obituary siguen siendo, gracias al nivel técnico de sus ejecutores; a la impresionante compenetración grupal y a la mencionada profundidad de registro, una experiencia musical perfectamente vigente. Nunca superaron el impacto de sus dos primeros elepés (poco más lejos se puede llegar practicando death metal de manera ortodoxa). De hecho, fue "Slowly We Rot, con la que cerraron el concierto,  el momento de mayor paroxismo del recital. Pero tampoco han flojeado en sus siguientes pasos. Y aunque nunca podrán presumir de compositores de canciones, como creadores de atmósferas sonoras sobrecogedoras, son capaces de cautivar a cualquier gourmet de música extrema. Clásicos . Y para solaz de los asistentes, en perfecta forma.