La duda que asaltaba mi mente anoche mientras me dirigía al club Sidecar es hasta qué punto Nothink serían capaces de defender en directo un disco tan efectivo como su último “Spotlights”. El grupo madrileño tardó dos temas en convencerme, pero antes que ellos tocaron de teloneros una banda de Banyoles, Ella Eléctrica, que caldeó el ambiente con una propuesta musical a medio camino entre el rock británico, el rock escandinavo y el emocore. Después, mientras sonaba la intro “The Red Carpet” de su último disco, subieron a las tablas Nothink, que empalmaron la intro con su primera canción, “Welcome To Hill Valley”. Ésta sonó más lenta, diferente a como lo hace en “Spotlights”, entonces me di cuenta de la apuesta de los madrileños: sustituir los efectos y las sobreproducción de su último álbum por una intensidad que penetra duramente en los tímpanos. Así, el emo-rock de Nothink presentó unos matices mucho más hardcore de lo que se puede apreciar en su último disco, y piezas como “Kill! Kill!! Genocide”, “Automatic Scars”, “Enemy’s Meeting-Point” o “Unite & Restart” sonaron realmente aplastantes. Entre estas canciones la banda de Madrid intercaló temas antiguos, los cuales también gozaron de la buena respuesta de la variopinta audiencia que asistió anoche al Sidecar. Para acabar, Nothink se despidieron del público catalán hasta la próxima ocasión con ese himno generacional cuyo estribillo reza: “We grew so fast!”. Quizá hemos crecido deprisa, pero en ese caso es mejor no pensar.
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