Fin de ciclo

Antes de su concierto, Nothing Places comunicaban en su página oficial que “Dos años y pico trabajando muy duro cuajan hoy en la Sala El Sol. Acaba un ciclo y empieza otro. Venimos intensitos, la entrega será total. Confiamos en vuestro calor”. La formación a caballo entre Barcelona y Madrid traía material fresco bajo el brazo: presentaban su primer disco “Tidal Love” editado por el sello catalán de música experimental Foehn Records. Aunque al principio parecía que iba a ser un concierto más íntimo, el ambiente se fue animando y a la hora de arranque la sala Sol estaba bastante llena. El escenario se tiñó de un denso halo añil y en aquella peculiar atmósfera los Nothing Places inauguraron con “Comala” una noche cargada de su sonido melífluo y psicodélico.

A esta introducción hipnotizante le siguió el hit de su último trabajo, y de ahí en adelante el público acompañó con bailes la propuesta musical de Nothing Places. Así suenan los sueños: baterías sutiles y de ritmos atragantados, guitarreos suaves que a veces se volvían intensos rasgueos en los puntos álgidos de las canciones, una línea de bajo potente y unos teclados filtrados por un Big Muff que ponían el acento en los temas interpretados. Haciendo malabarismos con la intensidad de sus temas, la sensación era la de estar siendo mecido por una montaña rusa.

Superado el epicentro de su actuación, Nothing Places irrumpieron con “Lizard Brain”, otro tema a subrayar de su segundo álbum. “Draw Blood”, “Powder In The Gun” o “Random Pull” fueron otros temas destacados de la noche. También hicieron un guiño a la primera etapa de la banda, allá por 2012, con temas como “Teardancer” o “No Time”, canción que la banda aprovechó para hacer la pausa tradicional y hacerse de rogar al público antes de arrancar con los temas finales. “Rite Igniter” fue el tema con el que Nothing Places abrieron su bis, y decidieron cerrar la noche con “Silent Birds”, uno de sus temas compuestos en 2012. Bajo la atmósfera caótica y reverberante de efectos con los que terminó la canción, el público aplaudió la actuación y Nothing Places terminaron su concierto arropados por su público, tras una noche de hipnótico trance en la capital.