No son estrellas, son músicos
ConciertosBlood Red Shoes

No son estrellas, son músicos

8 / 10
Tomás Martínez — 24-03-2014
Sala — Copérnico
Fotografía — Juan Pérez-Fajardo

Qué jodido es ganar la partida con una pareja. Nada de póquer o escalera. Ganar con dos cartas, hacer de dos multitud, hacer de dos legión. Comenzó la jugada Slaves, un dúo de macarras repletos de talento. Una sorpresa punk basada en una guitarra chunga y un bombo dado la vuelta para tocar de pie ráfagas de sólo dos minutos, porque no hay hooligan que aguante más. Temazos de Dr. Martens, tatuajes feos y sello de oro en un meñique que pega con sus cuatro colegas a una caja. No había terminado el concierto y ya habían agotado su disco en la tienda de la sala.

Y cuando aún no nos habíamos quitado la sorpresa de la cara tras el garajeo a un gapo de distancia, saltaron los jefes del cotarro. Steven y Laura a lo tonto tienen ya cuatro discos sin mácula, bien disparados, que dan de lleno. Blood Red Shoes son una pareja que, al contrario de White Stripes, ponen el motor del coche detrás, en la batería. Y desde ese virtuosismo del rey, la reina lanza riffs uno tras otro como sin darse importancia. Y tú mirándola pensando “déjate llevar nena” y ella fría como el hielo. Y así llega el momento en que tocan “Cold” y la cosa pasa a calentarse, arder, hervir… y cuando te quieres dar cuenta suena “The perfect mess” y te estás quemando. Son muy buenos. En lo suyo, francotiradores. Él mueve a la gente y ella la hipnotiza, bella y bestia, algo tan antiguo como el mundo. Y así, con el pogo liado, lanzan temas y tú la sigues mirando lanzar pedradas como “An animal” con los que romperías la raqueta en casa aullando, pero Laura se mantiene imperturbable. Fue un buen concierto que creció en los momentos en que la pasión ganó a la técnica en temas como “Light it up”. Ninguna de estas dos bandas son estrellas, son algo mejor, son músicos.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.