De nuevo cita en el New para presentar el nuevo largo de Sierra Nevada. Apenas un mes después de una velada cancelada a ultimísima hora por problemas de salud, esta vez sí que pudimos oír en directo ‘No’. Tras una larga espera por diversos contratiempos, por fin ve la luz el disco de una de las bandas más prolíficas de la región.
En esta segunda presentación del trabajo de los serranos estuvieron acompañados por la banda amiga Cordura en una noche marcada por la intensidad y las guitarras bien armadas. Los de Barakaldo, viejos conocidos en estas tierras, lograron llamar la atención de un numeroso público para escuchar un repaso de sus tres últimos trabajos. Contundentes, volaron por encima de un cancionero en el que fusionan una potente carga metálica con unas voces muy cuidadas y de regusto clásico. Un poco en la onda de los Standstill menos raros en una especie de revisión de Black Sabbath. La camiseta del cantante tampoco dejaba lugar a la duda. La sombra de Mike Patton es alargada. Siempre es un placer recordar temas como “Perdedor” u “Orbitas coincidentes”.
Sierra Nevada hicieron una presentación de ‘No’ en toda regla: 7 de sus 8 temas más tres guiños al pasado cercano y lejano. Uno tras otro, con ligeras explicaciones, fuimos conociendo en directo el disco más crudo y jodido del cuarteto. “Son 7 canciones de rabia y una de esperanza” decía Juan Arredondo. Un paso más plagado de momentos extremos. Es un placer ver cómo una banda con componentes de raíces musicales tan diversas llevan a su terreno cualquier tipo de influencia y construyen algo suyo. A veces puede parecer que la voz de Juan, cada vez más screamo en muchas ocasiones, polariza la banda pero una escucha avezada permite disfrutar de una gran colección de capas y detalles, de pasados y filias que van del pop al kraut o al punk, del metal al rock clásico. “Odio” es un gran ejemplo con sucesión de ritmos que en un principio a otra banda no se le ocurriría mezclar pero que misteriosamente conducen a un sonido propio. “Caverna” y “Sin salida” llevan al extremo las voces y la música, muy cercanas al post hardcore a su modo, “Palabras” es más emocore, acercándose al tema prototípico de la banda, un poco amalgama de todo lo que son. “Sí” es la rara avis, un pequeño rayo de esperanza en el medio de una nube negra y densa, uno de los pocos momentos de relajación y de sonrisa en la cara. Es un placer comprobar que afortunadamente Ramón no ha perdido ni una pizca de su tacto a la guitarra, espíritu libre. En todo este tiempo vemos como la banda ha crecido y ha logrado polarizar su sonido, tensando más la cuerda por ambas partes. Para cerrar, tres miradas al pasado y un no a los bises. Aprender a negar es una de las lecciones más importantes que te pueden enseñar en la vida. NO es NO.
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