A otro lado

Solo unos pocos kilómetros separan a Tudela de Pamplona, ciudad natal de Natalia Lacunza. La artista volvía a su tierra navarra para tocar casi en casa, y en la energía del concierto se notaba. No solo porque allí se encontrasen gran parte de sus amigos y familia, sino también porque sobre el escenario podíamos ver a una Natalia muy cómoda y natural. Como quien, literalmente, se pasea por el salón de su piso.

El formato actual del directo de Natalia Lacunza funciona y entra de forma muy fácil gracias a la gran conexión que existe entre ella y sus compañeras que la arropan. La banda está formada por Paula Ruiz (más conocida como Fatal Tiger), Teresa Gutiérrez (Ganges), María Lázaro y Luz Abril (ambas presentes en el grupo trashi). Un muy buen equipo que, junto a una frontwoman de los pies a la cabeza como Natalia, sabe llenar un escenario de manera contundente y firme. Un set algo breve pero que no se anduvo con rodeos: un barrido por prácticamente todos sus temas ya publicados, sus últimas colaboraciones junto a trashi y Chill Chicos, y el estreno de dos canciones inéditas. Natalia dice estar atravesando uno de los momentos más dulces de su carrera artística, mientras le dedica todo el tiempo y el mimo necesarios a la composición y producción del que será su primer álbum de larga duración. De él pudimos escuchar “Todo lamento” y “Cuestión de suerte”, dos nuevos temas que aún no han visto la luz pero que son, en palabras suyas, de sus canciones propias favoritas.

La discografía de la navarra es bastante amplia para el poco recorrido que lleva en la industria, por lo que se pretendió hacer una selección de los temas más conocidos para construir el setlist. Pudimos escuchar una versión al piano de “nana triste” (sin Guitarricadelafuente), una divertida “boys” con guitarra eléctrica, un medley entre “Olivia” y un cover de “Crazy”, una acústica pero desgarradora “gata negra”… Muchos han nombrado a Natalia Lacunza como la reina del bedroom pop en España, y razón no les falta; pero su directo (o, al menos, el escogido para esta gira) es mucho más instrumental y acústico. Ciertos efectos vocales y bases aparte, todo sonaba muy dinámico y fresco, incluso con momentos de improvisación a causa del directo.

Y es que parece que Natalia Lacunza ha encontrado por fin su sonido. Al presentar la fantástica “a otro lado”, de su último trabajo “ep2”, Lacunza nos confesaba que compuso esa canción en un momento en el que, a pesar de tener la vida con la que había soñado, sentía la necesidad de romper con todo e ir, como dice su título, a otro lugar. Ahora, mucho más serena y con los pies en la tierra, nos dice que por fin puede decir que se encuentra en “ese otro lado”. Y eso es algo que es evidente.