Un MUWI de Héroes
ConciertosMuwi La Rioja Music Fest

Un MUWI de Héroes

7 / 10
Eduardo Angulo — 02-09-2021
Empresa — Impar Eventos
Fecha — 27 agosto, 2021
Sala — Bodegas Franco Españolas, Logroño
Fotografía — MUWI

Llegó la edición de 2021, ansiada por la necesidad de volver a sentir el directo pero, también, sumida en un mar de dudas como todo aquello que se celebra hoy en día. Sin embargo, el festival, recordando cómo aguantaron los irreductibles galos el asedio masivo de unos romanos que llegaban disfrazados de pandemia, sobrevivió con éxito. Y es que importante fue la música, motor del espectáculo, pero aún más relevante fue ver cómo la cultura es posible, ya que MUWI se encargó de demostrar, con esfuerzo, estudio, y una colaboración conjunta de organizadores y público, cómo la vida puede seguir su curso acompañada de música en directo.

Y es que MUWI mostró que la cultura es segura, que se pueden celebrar este tipo de eventos y que, en la actualidad, las incoherencias normativas a las que se enfrenta el sector deben ser salvadas con premura o, desgraciadamente, parte del mismo se verá abocado a la desaparición. Porque la situación ha hecho mella en todos los sectores que forman parte del engranaje musical, pero también en el público que asiste a los eventos que sabe que, a pocos metros del recinto, parte de las normas se flexibilizan, permitiendo un modelo de ocio diferente. Y sí, el hecho de no poder disfrutar de una cerveza o un vino mientras asistes a un concierto es, sin duda, un motivo por el cual parte del público no acude a un recinto en el cual sabe que no podrá hacer lo anterior.

¿Cuál es la diferencia entre España y Francia o Reino Unido? Basta con ver los eventos que se han celebrado en los citados países durante este fin de semana para no llegar a comprender muy bien qué es lo que está pasando en nuestro país. Ojalá una pronta normalidad.

Por eso, en esta edición de MUWI ha habido muchos héroes, En primer lugar, los organizadores, encabezados por Impar Eventos, TSMGO y las propias Bodegas Franco-Españolas, quienes han vuelto a apostar por llevar a cabo un proyecto que en los tiempos que corren parecía una quimera pero que, a la postre, ha sido un éxito organizativo (mención especial a los “currantes” de todas las áreas del evento que no han dejado un detalle sin atar). Héroes, al igual que todas esas entidades y marcas que han seguido codo con codo con el festival, apoyando y colaborando, en un intento de normalización y ayuda en tiempos difíciles. Héroes, por último, los asistentes, cuyo comportamiento, ejemplar durante las dos jornadas de festival, se convierte en parte clave, en estos tiempos de exhaustivas normas, para la normalización de los eventos.

A nivel de asistencia, el viernes fue el día más fuerte, con casi un lleno. La tarde arrancaba con Tangerine Sistas y su propuesta cargada de clase, la cual se prolongaría entre cada uno de los conciertos programados. En primer lugar llegaría el turno de uno de los triunfadores de la noche, Apartamentos Acapulco. Los granadinos, absolutamente influenciados por la escuela de Los Planetas, no esconden sus influencias, como dejaron claro con temas como “Deseo”. Sonaron, entre otros, temas como “Estrella de los mares”, “Alguien muy normal” (con un influjo The Cure muy palpable), “Y tú en Barcelona” (apoyado con bases electrónicas), “Romance de verano” (recordando a Sigur Ros), “Scarlett”… Además, sonaron algunos que aún no han sido publicados y que verán la luz próximamente.

Tras ellos, Veintiuno, una de las bandas más reclamadas en la actualidad, mostraron su cara amable y llevadera, para culminar un concierto luminoso con su canción más reconocible (que casi llega a las ocho millones de reproducciones en Spotify), “Dopamina”.

La noche terminaría con Fuel Fandango y la fuerza de Nita. Los andaluces conquistaron Logroño a base de funk, pop y electrónica (con momentos en los que Ale Acosta demostró, en solitario, cómo levantar un festival a base de ritmos digitales). Mención especial para ella, quien sin duda se ha convertido en un icono por su derroche, elegancia, bailes y, sobre todo, por la energía que transmite en el escenario. Fue uno de los momentos más difíciles para el público ya que fue complicado mantenerse sentado durante la hora larga de concierto.

El sábado, con menos afluencia de público que el día anterior y con bastantes menos grados de temperatura, arrancaba con Edu Anmu quien, como las Tangerine, amenizaría también los momentos de pausa entre conciertos, quien mostró una gran versatilidad mediante la mezcla de pop, rock, electrónica, urban o hip hop. Tras él, con puntualidad británica, arrancaban los conquenses Fizzy Soup (un gran descubrimiento para muchos de los asistentes), con muchísimo poderío, bases electrónicas y guitarras rompedoras, quienes tuvieron que lidiar con la poca afluencia de público del primer concierto pero que, sin duda, supieron sobreponerse a ese hándicap con muchísimo.

Con la energía caldeada llegaba el turno de Cala Vento, alucinantes en el escenario. Dos tipos que pasean por el festival antes de tocar y que, si no miras su acreditación, no crees que son quienes realmente son. Uno de los momentos más enérgicos del festival que se quedará grabado, a la postre, como uno de los triunfos de la edición de 2021. Un repaso a algunos de los temas más destacados de toda su discografía, desde “Teletecho” a “Isla Desierta”, pasando por “Abril”, “Isabella Cantó” o “Isla Desierta”. Brutales.

Arizona Baby serían los encargados de cerrar el festival (junto con los últimos quince minutos que estuvo pinchando Edu Anmu) con una propuesta más pausada que la de sus dos predecesores, pero cargada de la clase y el nivel que atesoran. Eran el cabeza de cartel de la jornada y lo demostraron, haciendo vibrar al público que acudió a la llamada de los pucelanos para convertir el último concierto en el que más afluencia mostró, llenando las Bodegas Franco Españolas (recinto en el cual se celebra MUWI desde hace cinco ediciones) de rock´n´roll, folk y elegancia.

Se despedía así un valiente MUWI, un MUWI de héroes, el de la continuidad de una idea, de un concepto musical que aúna gastronomía y vino, que va más allá de los acordes de una canción y que, de unos años a esta parte, ha hecho que Logroño sea música y cultura, acogiendo a algunas de las bandas y djs más importantes del panorama nacional e internacional. Un festival que ha arriesgado contra viento y marea pero, siempre, cumpliendo todas y cada una de las normas sanitarias vigentes demostrando, como recalcábamos al principio de esta crónica, que la cultura es segura y a la cual no podemos abandonar.

Ojalá un MUWI 22 lleno de normalidad y sonrisas y, por supuesto, el más sincero agradecimiento a todos aquellos que hacen podamos seguir disfrutando de eventos como éste, complejos en su organización y con claro riesgo económico, pero que nos acercan a lo que una vez vivimos.

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