Mugre estilizada

Pasión y oficio. Capsula cumplen tres lustros de ascendente carrera internacional. Y funcionan porque predican solos en un museo de dioses reluctantes. Uno recuerda el entusiasmo con el que la pareja argentina afincada en Bilbao se presentó hace ocho años en su primera visita a Granada. Acudieron menos de diez personas. Era domingo y esa noche cayó un nevazo épico. Ahora, Martín Guevara y Coni Duchess recogen de lo sembrado. Volvieron a llenar la sala Planta Baja en un concierto programado con la tienda de discos y frente de agitación cultural Bora Bora. Con brío y renovado aire rocanrolero. A ellos les resbala no haber dormido tras el bolo en Estepona. No les afecta tocar para diez o para trescientos. Salen a por todas, manejan el vademécum y cuidan el sentido del espectáculo. Pose, luces, sonido. Que se les vea, que corra el rímel, que el voltaje cimbreé los cuerpos. Las coordenadas musicales se mantienen y aguantan el paso de sus discos. Trotones. Garajeros y enmarañados a veces. Casi siempre psicodélicos.

Un vértice destaca en este triángulo perfecto, y es la silueta elevada y enjuta de Guevara: cantante, guitarrista, maestro de ceremonias y émulo de Lux Interior. Sus largos dedos resumen dos décadas de rock ecuménico. Base de blues, anfetamina en el ritmo y filtro glam. Martín se desliza por el escenario, baja para motivar al público y, por el camino, modula frecuencias. Hace fácil lo difícil.

Capsula pueden resultar tan lascivos y sinuosos como la Velvet, tan electrizantes como Sonic Youth, sacar la mugre divina de New York Dolls y disparar con tósigo de los Stooges. Todo convenientemente digerido y sintetizado en un formato básico (¡power trío!), con la animosa Coni al bajo y haciendo segundas voces. Y Guantxe a la batería: un seguro de vida trincado de Señor No (en su día se fijó en él el mismísimo Roy Loney).

Antes, telonearon Telephants, reconversión depurada y en castellano de los locales Doroty Perkins. Una propuesta afín y complementaria con el desparrame de suciedad estilizada de Capsula. En Granada, el trío no incurrió en la obviedad de versionar a Bowie (¡grabaron entero el “Ziggy Stardust”!), que tampoco hubiese sobrado. Y aunque se mueven por confines laxos e inagotables, sería gozoso que profundizaran por ese puente latino vía Os Mutantes con el que ya empiezan a jugar. En Argentina el rock es dogma de fe y cuestión de Estado. Por eso Capsula se lo creen y además brillan. Buen corte de mangas a 2014.