Los días 9 y 10 de octubre se celebró la primera edición del Mugako Festival en Vitoria-Gasteiz con un notable éxito. El Jardin de Falerina y el Artium en horario diurno y la sala Kubik en nocturno, acogieron las sesiones y directos de numerosos artistas destacados (en muchos casos de la escena internacional) de estilos relacionados con la parte más experimental y techno de la musical electrónica, en un gran ambiente y con un público que supo valorar tan magnífica iniciativa.
La jornada del viernes comenzó con la sesión del bilbaíno Radithor, uno de los capos de Distopia Club, fiestas que están aportando un proyecto diferente y muy interesante en la capital vizcaína. Durante la sesión, singular y con mucha personalidad, como todo lo que irradia este artista, se escucharon temas de William Basinski, Max Richter y como nota a remarcar un guiño a nuestra cultura vasca con un poema de Mikel Laboa mezclado con sonidos industriales prepararon a todo los asistentes para lo que se avecinaba.
Sobre las nueve de la noche, la sala Este se ponía de gala para presentarse con el live de Boris Divider. El artista madrileño fue el único que se situó en medio de la sala, arropado con sus impolutos visuales, en un enclave bastante intimo, muy apropiado para el potentísimo set que dejó a mas de uno con la boca abierta y ganas de más.
El relevo lo recogieron Demdike Stare. Eclécticos como siempre, comenzaron su directo creando atmosfera a base de melodías siniestras y densas capas, que desembocó en un frenesí percusivo y de baile para uno de los cierres mas agresivos que les he visto a este dúo británico, dejando claro que no tienen excesivo problema en poner patas arriba una sala. Uno de los mejores del festival personalmente.
Mientras se preparaba el ultimo “live” del día, me escape para escuchar un rato a Dj F. El poco tiempo que pude estar escuchando me valió para corroborar la calidad de selección del madrileño, que a parte de producir discos excelentes y muy recomendados, hizo las delicias de todo aquel que se acercaba a bailar a la sala.
Al directo de Answer Code Request llegué pasadas las once y cuarto de la noche. Con la sala prácticamente llena, la primera impresión que me dio fue que sonaba mas bajo de lo que habían sonado Demdike. Más tarde me enteré que debido a una visita de la policía tuvieron que bajar un pelín el sonido, pero tras colocarme cerca de los altavoces el sonido repetitivo y las melodías hipnóticas del alemán me sumergieron en un viaje que termino con una buena sudada y las manos en alto.
En la segunda etapa del viernes, en formato más de club, nos encontramos con un Objekt que ofreció un curioso periplo en su warm-up. Su set empezó con calma, demostrando la variedad de discos que llevaba en la maleta. Osciló por estilos muy diferentes propiciando una sesión extraña pero a las vez enriquecedora en todos los sentidos. Ello provocó que su actuación fuera muy comentada entre el público. Su set, programado en primer lugar en la sala Kubik, concedió al británico la posibilidad de resetear la atmósfera generada en el Artium y poder construir la suya desde cero. El resultado fue muy interesante, independientemente de si te gustara o no, no se puede negar que se mantuvo ecléctico, nunca sabias por donde te iba a salir y oscilando por diferentes y variados estilos hasta terminar en una órbita mas technera, perfecta para la posterior actuación de NX1.
El live de los madrileños, Samot y Surit transmitió la energía y las ganas de bailar que faltaban en la sala. Si Objekt osciló por diferentes estilos, NX1 dio una clase magistral de techno con ese toque tan característico que hace tan interesante a este dúo.
El cierre de Leiras, que se encuentra en el mejor momento de su carrera, encajó perfectamente con el estado del público que todavía aguantaba en la sala, proporcionando la energía y potencia necesarias para cerrar la primera jornada por todo lo alto.
Amanecía el sábado con un sol radiante, extraño para estas alturas del año en Siberia-Gasteiz y la sesión de apertura de Balza & Alain Elektronische proporcionaban como recompensa más calor si cabe a todos los que madrugaban para acudir al Jardín de la Falerina.
Andreas Tilliander, que el día anterior le habían perdido la maleta con de todas sus maquinas, se presentó a la cita con una 303, una caja de ritmos y una caja multi-efectos que le habían prestado, y se casco un potente directo que inyectó la energía necesaria al respetable para afrontar lo que quedaba de festi.
Mientras los mayores se lo pasaban teta en el Jardín de Falerina, en el Artium también se organizaron actividades para los mas peques. Play & Kids iniciaba a los mas pequeños en la música electrónica con actividades y música.
Con el café todavía en la mano nos pasamos a ver los primeros artistas que abrían el Artium. Primero nos pasamos a ver a la joven y prometedora Yngryd, que comenzaba tranquilamente con algunos temas bastante ambientales. Después nos pasamos a ver a Damian Schwartz. El madrileño siempre suele dar una lección con su selección de temas además de ser un autentico animal tras los platos. Con temazos como el remix de Kenny Larkin del tema “Deep Pit” resulta imposible no dejar de bailar.
Al llegar a la Sala Este por segunda vez, Yngryd ya había calentado al publico y dejó paso para el “live” que presentaban Kastil & I-Real. El capo de Soul Notes y su compañero de armas ofrecieron una de la mejores actuaciones del festival exhibiendo un sonido potente a la vez que melódico. Hay que estar atentos a estos chicos.
Para media tarde, el Artium mostraba un aspecto excelente con un lleno considerable, momento en que Blind Observatory se ponía a los platos. La joven promesa de la factoria Ost-Gut-Ton había venido en sustitución de Martyn, que tuvo que faltar a su cita por unos problemas de salud, y se gano el respeto del público con una sesión elegante en la que sonaron temas míticos como “Marionette” de Matthew Johnson.
La sesión de Gkahn fue uno de los puntos calientes del festival. El asturiano propuso un discurso totalmente diferente a todo lo visto anteriormente en el festival, realmente atrevido con una selección de los mas cósmica. Preparó un profundo viaje para todo el que estuviera dispuesto a dejarse llevar. En mi humilde opinión, de las sesiones mas interesantes que he escuchado últimamente, sus dos horas de set quedaron para la posterioridad gracias a Captcha, obligada escucha! (además de las excelentes fotos de Ibaiobo que inmortalizaron los sets de todos los artistas).
Para cuando bajé a ver a TM404, el público ya estaba totalmente sumergido en el final acidorro del sueco que se ganó el cariño del público por su música y cercanía.
Lo que vino después puede que sea uno de los combos musicales que mas he disfrutado. Los "live" de Svreca primero y Abdulla Rashim después, fueron realmente densos y complejos, literalmente te absorbían creando una sensación de trance de la que no podías salir sin su permiso. Especial mención a los visuales que se coronaron durante todo el festival y en especial en estas dos actuaciones.
Los pocos que no entraron en el trance de la sala superior pudieron disfrutar de un par de sesiones de infarto de la mano del capo de L.I.E.S, Ron Morelli, y del madrileño afincado en Berlin Hector Oaks. El primero cerró su sesión con la punky “Silent Command” de Cabaret Voltaire.
El privilegio de cerrar la mejor sala del festival fue para Dasha Rush que no tuvo ningún reparo en destrozarnos las piernas con un set a base techno duro y muy recargado que remató con “Equinoxe 4” de Jean Michel Jarre, momentazo!
De lo que sucedió en las actuaciones de la Kubik poco se puede decir ya que el cansancio hacia mella tras las innumerables horas de festival. Kangding Ray se había empapado de la energía del público y ofreció una actuación excelente donde se le vio siempre disfrutando y confidente con el público.
Tanto que se le paso la hora y esto lo sufrió J.C., uno de los organizadores del evento. El madrileño afincado en Vitoria-Gasteiz disfruto de lo lindo y se casco una sesión a la altura de las circunstancias.
La actuación de Regis se notaba que suscitaba mucha expectación para la gran mayoría del publico. Y no defraudo, el artista británico puso el broche de oro a esta primera edición con una sesión digna de recordar. Para muchos que no habíamos tenido la oportunidad de verle nunca, fue la ocasión perfecta para dejarla grabada en la memoria.
Y así finalizó la primera y exitosa edición de un festival que encandiló a la gran mayoría de asistentes y que incluso dejó con ganas a más de uno.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.