Cualquier seguidor catalán del indie hispano que se precie, tiene una cita ineludible con el Let´s Festival. Uno de esos eventos que se idean con dedicación, y mucho mimo para reunir, a lo largo de varios fines de semana, lo más destacado de la temporada. Además es una gran oportunidad para poder ver, en la distancia más corta, grupos que estamos habituados a presenciar en recintos festivaleros con una sonorización mucho más complicada. Sin ir más lejos, durante esta decimocuarta edición la Salamandra del Hospitalet del Llobregat ha tenido que colgar el cartel de entradas agotadas para las actuaciones de La Casa Azul, Depedro o Viva Suecia. Y, si el mundo fuera justo, debería haber colgado un letrero similar el pasado viernes durante el pase protagonizado por Conttra y Mucho, pero no fue así. Por eso hay unos cuantos seguidores catalanes de lo más destacado de la temporada, que ya tienen algo de lo que arrepentirse.
Conttra fueron los encargados de caldear el ambiente para la rave de Perarnau que vendría más tarde. Y lo hicieron con una solvencia tan grande y efectiva que los acerca bastante a asumir el objetivo de sonar a ellos mismos y dejar de parecerse a nadie. Para ello desplegaron las canciones de “2050”, excelente Ep de cinco temas que presentaron en 2018, y que te deja con ganas de un largo que debería llegar este mismo año. Por cierto, ya podéis apuntar en vuestras agendas que los barceloneses estarán de nuevo en la Salamandra, pero esta vez dentro de la fiesta que, con motivo de su 25 aniversario, organiza esta misma revista. Prueba inefable de que canciones como “I Got Down On My Knees For You” nos han robado el corazoncito y nada tienen que envidiar, más bien al contrario, a los recientes singles de grupos como Foals, Franz Ferdinand o Arctic Monkeys.
Tras la oxigenante actuación de Conttra, le tocaba el turno al maestro de los cachibaches en el que ha transmutado Martí Perarnau. No en vano el músico catalán afincado en Madrid ha convertido a Mucho en lo que siempre fue: un proyecto propio para dejar corretear de forma libre y desprejuiciada todas esas ideas disparatadas que bullen en su interior. Lo fácil es afirmar que Martí se ha marcado un Tame Impala en toda regla, aunque en realidad lo suyo encaja mucho mejor junto a referencias del sello Italians Do It Better como Glass Candy o Chromatics. Por eso hay que acercarse con los oídos bien abiertos a un álbum tan especial y bombástico como “¿Hay alguien en casa?”. Trabajo que no parece destinado para todos los públicos y que, en ocasiones, resbala peligrosamente por el ego-trip más extravagante y complicado. Sin embargo, me quito el sobrero ante la dimensión a la que el druida Martí logra situar esas mismas canciones en directo. Simplemente resulta otra experiencia mucho más catártica, y con sentido, que si tan solo te conformas con el disco. Es sobre el escenario cuando el concepto sesión envuelve y teje un hilo veraz de conexión entre todos los temas, y máxime si te dejas acompañar por Víctor Valiente al sintetizador, Emil Sáiz a la guitarra y un metrónomo andante como Xavi Molero a la batería. Todo un lujazo que pudimos disfrutar casi sin pausa . Así, canciones como “El enemigo ahora vive en todos nosotros” o “Ahí te quedas, Perarnau”, con ese complicado homenaje a Michael Jackson -”Leaving Neverland flota en el espacio-, se suman a esa maravilla del exceso que es “Putochinomaricón” con esos elegantes toques de guitarra a lo Adam Granduciel (The War On Drugs) que aderezan una letanía que actualiza discursos como el de Screamin' Jay Hawkins o Little Richard. Temas que nos dejan flotando dos palmos sobre el suelo del Salamandra que es justo lo que Martí Perarnau IV busca y consigue. Toda una experiencia sonora que todos esos seguidores catalanes de lo más destacado de la temporada no deberían volverse a perder.
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